jueves, 2 de agosto de 2012

RAREZAS ARGENTINAS: Click!


Para hacer esta sección en el día de hoy me decidí por abandonar un rato el libro Un diccionario de film argentinos (Raúl Manrupe, María Alejandra Portela, Editorial Corregidor) y volver a revisar mis “famosas” carpetas de estrenos de cine.

Una de las características que me define como fanático cuasi obsesionado del cine es que desde mediados del 2007 colecciono los afiches y fichas técnicas de todas las películas que se estrenan en cine en nuestro país. Semana tras semana compro dos diarios y realizo el ritual de cortar y pegar en unos biblioratos foliados. Si, ya sé que es el pedo porque puedo fijarme en internet, ya sé que parece una actividad de jubilado desquiciado, pero me gusta hacerlo y se acabó.

Cada tanto releo estas carpeta y me regodeo en mi locura ( o pelotudez, como gusten). Todo esto viene a colación de que había una película, un afiche, que siempre me llamó la atención; talvez por lo paupérrimo de la realización de la imagen, que se yo, pero Click! (2003) era la película que decía “un día tengo que verla”. Bueno, la cos es que hace unos meses INCAATV me dio el ¿gusto? y al fin pude quitarme las ganas... el resultado era el esperado, la película era tan paupérrima como el afiche, e igual de bizarra.

Este es el afiche que tengo en mi Carpeta de estrenos, no encontré otra cosa en internet. Nótese lo pedorro del humo saliendo de las cabezas


Este film realizado en el año 2001 y dirigido por el “debutante” Ricardo Berreta (¿eufemismo en el apellido?) nos cuenta la historia de dos parejas, por un lado Martín y Graciela (Sergio Lumbardini y Mara Bestelli), un empleado bancario ahora desempleado y una psicóloga que busca desesperadamente tener un hijo (ella, él no quiere saber nada). Estos dos hace años se cruzaron en Villa Gesell con Lucía y Eduardo (Silvina Bosco y Claudio Giudice) una pareja “más liberal”, sin compromisos. El enredo se da porque de ese fugaz encuentro nació Paco, fruto de la “pasión” entre Martín y Lucía. Ahora, años después, vuelven a cruzarse y Lucía quiere revelarle su secreto al padre de su hijo, en fin...

Esta Click! (que nada tiene que ver con la homónima de Adam Sandler) intenta ser una suerte de comedia posmoderna, disparatada, desprejuiciada, hilarante, pero la verdad es que se queda a mitad de camino (o más bien el punto de largada) de todo.

Ya la soporífera Una maldita costilla (1999) había sido un pedorro intento por emular las mejores y originales comedias de Pedro Almodóvar; pero aún así, la película de Jusid tenía más comicidad (aunque sea involutaria por la ridiculez del asunto). Acá directamente asistimos a un poco más de hora y media de gente gritando hasta para pedir pedir permiso para ir al baño; personajes irreales y esquematizados en un asunto tan menor que no lo amerita; y una puesta en escena, buen más adelante hablamos de eso.

Berreta, que también intervino en el guión, intenta hacer una comedia desbordada, deliberadamente exagerada, chispeante (lo que no estaría nada mal), pero lo que lo logró es un simil de telecomedia. El enredo es típico de esas comedias arto livianas que nos tienen más de un año con un simple problema de exámenes de ADN; los personajes tambiénm parecen salidos del mismo ámbito, todos parecen exaltados por lo que sea, tiran frases que se pretenden graciosas una tras otra y crean una intriga en donde no la hay... pero el problema es que, en donde allá hay un espacio de más de 100 capítulos, acá todo está apretado, las situaciones son apuradas y todo pasa rápido, los personajes corren como si se les fuese a hervir la leche... y lo peor es que el asunto no lo amerita.

Pero hasta acá la cosa no sería tan bizarra o extraña como para incorporarla a esta sección; y ahora sí, vamos a hablar de la puesta en escena, la estética. ¿Se acuerdan cuando éramos chicos y las nenas jugaban con los PinyPon y los varones con los Playmobil? Bueno, aparentemente no nos dimos cuenta, y Click! Parece que es la película en acción real de estos muñequitos. Los ambientes son de plástico, los colores saturados y brillosos, predominan los colores fluo, hasta hay formas redondeadas!!!... y el vestuario va más o menos por el mismo lado, sacos enormes, sombreros de paja, vestidos florados. Todo esto le quita naturalidad a la historia y vuelve muy, muy irreal. Ni siquiera pasa por un grotesco, no podríamos decir que es un film que atrasa – término que no comparto como meramente negativo per se - , nunca se vio algo así... por lo menos hasta ¿De quién es el portaligas? (2007), y aún la obra de Fito es más inspirada u original.
El tema es que este mundo plastificado no crea ni siquiera risas involuntarias, porque el guión carece de todo gracia, los diálogos son vacíos y sin sentido; creando en el espectador una verdadera sensación de desubicación, desconcertación.

Otro punto realmente extraño son puntuales escenas de sexo o desnudez, o diálogos que parecieran tocar el tema con una picardía de nene de 11, metidas con fórceps, sin ninguna razón, y realmente anti-eróticas.

Las interpretaciones son esquemáticas, pero no se debe tanto al grupo actoral (que además cuenta en los secundarios con algunas otras caras conocidas de la TV), sino al poco espacio que tienen. Todos sobreactúan, repiten los paralamentos como entendiendo que lo que dicen no tiene ningún sentido, y además el espíritu de sketch de programa cómico poco ayuda. Al que peor suerte le toco es a Claudio Giúdice, el ¿recordado? Actor de El Palacio de la risa con Antonio Gasalla, está librado al azar con un personaje histriónico, insoportable, una suerte de bon vivant estúpido, como si al actor no le hubiesen dado mayor indicación que repetir lo que hacia en televisión... hace 10 años. Realmente irritante.

En definitiva, puedo decir que vi Click!, me saqué las ganas, y aunque el resultado fue de aburrimiento y exasperación, puedo decir que logre ver una de las películas más extrañas que recuerde, una comedia que no es comedia, un peso dramático que pierde por liviandad, casi una película que no es película. Imposible describir la sensación de verla.


4 comentarios:

  1. SANDRO ... UNA VEZ MAS GLORIOSO !!!!!!! Me dejaste PIPONA PIPONA ... No se puede creer ... Empezando por el apellido ( ? ) del que perpetro esto ...

    BTW... No sos el unico que conozco que colecciona recortes , y me parece una preciosa y gratificante costumbre que internet no reemplaza, asi como el e-book no lo hace con el libro de papel ...

    Gracias por la nota, me diverti de a monton !

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  2. Y si, el apellido es premonitorio...

    Lo de los recortes ya no sé donde los voy a meter, van como 12 carpetones, pero no lo voy a dejar de hacer, jeje.

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  3. tenes mucha razon lo de la pelicula Ricardo fue profesor mio en la escuela de cine trabaje con el 2 veces exelente editor y con el aprendi algunas cositas asi de disparatado era en su vida real ricardo me ha mostrado no se mas de 100 films de cine franses tambien muy buen guionista creo que la peli es muy de el y logro lo que queria que tanto vos yo y todos los que vimos la peli quedemos con la sensacion loca disparatada y mas rara del cine Argentino estoy orgulloso de que haya sido mi profe y con mucho sacrificio dejo su marca en el cine Argentino de la mano de su mujer Sandra y su productora Tango imagen

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  4. Hola Fernando. Vi la película y lo que me pareció es que era un vodevil bien logrado, así cómo en el teatro hay puertas que se abren y se cierran y los personajes van de un lado para otro, y que el espectador sabe la historia pero los personajes no. Lo vi reflejado en el guión del film. La comedia de enredos típica del cine argentino de los años 60. Logrado!... el comentario del apellido desvaloriza tu critica...

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