domingo, 4 de octubre de 2009

Nena mala






A veces, hay historias en el cine que parecen repetirse una y otra vez, películas que al leer de que se tratan, o ni bien desarrollada su trama parece que ya las hubiéramos visto. ¿Cuántas películas hay sobre niños malvados?




Desde el grupete de Los niños del maíz (o el horrible título local de Cosecha Negra) y sus ¡¡¡seis!!! secuelas, o los albinos de El pueblo de los malditos, y hasta la inefable Regan de El exorcista (en una elección de títulos caprichosa, porque hay miles para nombrar); pareciera que nada nuevo se puede contar.




Sin embargo, todavía hay sorpresas, y La huérfana es una ellas; cuando su trama parecía un cliché visto millones de veces, termina no pareciéndose a nada que yo haya visto.




Es cierto que tiene algunos puntos en común con El ángel malvado, esa en donde Macaulay Culkin era un purrete pérfido porque sí, y Elijah Wood era su primo con más bondades que el Lactobasilus GG (¿Se acuerdan?). Pero es sólo en apariencia, ahí en donde la anterior hacia agua, esta construye una madeja que termina cerrando por todos lados.




Aunque está vendida como film de horror (tal vez porque una de sus productoras sea la afin al género "Dark Castle"), el nuevo film de Jaume Collet-Serra es uno de suspenso hecho y derecho, y de esos que nos atrapan desde el comienzo y no nos sueltan hasta el final; tanto que uno espera que termine de una vez (cosa que los 123 min. no ayudan) para ver qué es lo que va a suceder; la tensión se maneja al límite.




Durante la primera parte nos adentraremos a una historia más similar a un drama con un matrimonio con dos hijos, sumidos en el dolor por la pérdida al momento de nacer del tercer hijo. Ya desde el comienzo las grietas se notan en esa familia, en donde cada uno tiene sus traumas (infidelidades, problemas de conducta, de comunicación, alcoholismo), y donde las críticas de unos a otros estan a flor de boca.




Para calmar el dolor deciden adoptar una niña a la que pretenden poder entregar el amor que no pudieron dar a su hija natural (palabras literales de los padres).

La elegida será Esther (Isabelle Fuhrman, de 11 años) una nena, de 9 años, algo extraña, retraída, con un gran sentido parta el arte, y aparentemente muy dulce.

Ya en los comienzos, la integración se hará complicada, pero nada parece culpa de ella, se muestra como una incomprendida... hasta que definitivamente muestre la hilacha.

Entrando en el climax, Esther demostrará ser todo menos dulce, es capaz de amenazar, "planear accidentes", sugestionar, y claro, asesinar (entre otras actividades para nada habituales en una niña con mirada tan angelical).

Esther será capaz de utilizar como cómplices, bajo amenaza, a los otros dos hijos de la pareja (un nene más grande, y una más chica sordomuda); y hacer todo lo posible por enloquecer a sus padres, especialmente la madre, que deberá luchar contra la incredulidad de todos los que la rodean.

Todo esto conducirá al final, ¡que final!, una sorpresa que le terminará dando coherencia a lo que hasta ahora parecía una locura.

Durante todo el relato, la película no aterra en ningún momento, pero todo el tiempo nos corre un frío por la espalda, nos rascamos los brazos, nos mordemos los labios; en definitiva uno se compenetra con la historia como si nos estuviese ocurriendo a nosotros.

Este logro se debe a varios factores, un guión armado como un rompecabezas que se ensambla como con grasa, un director que decide qué mostrarnos y qué no, y un grupo actoral que en su conjunto se luce como en un buen drama.

La película ha recibido críticas dispares por todo el mundo, pareciera que es cuestión de amarla u odiarla, sin medias tintas, claro yo estoy entre los primeros.

Se le ha criticado sus muchos lugares comunes (pesadillas, golpes de efecto, imágenes fuera de cuadro); pero estos "efectos", han sido utilizados desde los comienzos del relato cinematográfico, y no hay maestro del suspenso (inclusive Hitchcock) que no haya recurrido a ellos.

Otra crítica, es su historia y escenas similares con la ya citada El ángel malvado, y sobre todo con Joshua (que encima comparte madre - Vera Fármiga -); y sí, están la escena de la pista de patinaje sobre hielo, las amenazas y chantajes, y mucho del clima de la segunda; pero esto es sólo el comienzo esta va mucho más allá. En las otras, los niños simbolizaban la inocencia perdida, aquí, Esther es mucho más, parece el símbolo de la ruptura de la familia, una metáfora de la desunión, es definitivamente un personaje más complejo. Si de similitudes hablamos, en cuanto a su estructura, me hizo recordar a La mano que mece la cuna (pido perdón de antemano a los fans de ella, entre los que me encuentro); la tensión familiar personificada por un extraño que se entromete, esos nervios y escalofríos que hacen que uno quiera que la historia acabe de una vez; y por supuesto personajes de los más malvados del cine en medio de una familia pura inocencia.

Por último, la mayor crítica que se le ha hecho (y por lo cual se dividen todas las aguas) es por su final. Antes de seguir, aclaro que me cuesta escribir sobre esto sin adelantar nada, pero voy a hacer el intento. Para algunos es una ridiculez, un imposible, que los productores arrugaron en los testeos de público y se lo cambiaron a las apuradas. Para mí es el único final posible, inesperado, que deja con la boca abierta, y que le da un cierre lógico a algo que de otra manera era insostenible. Habrá que verla para tener una opinión propia. En lo que a mi respeta, una sorpresa, un hallazgo, una pequeña historia de la cual no hubiese esperado mucho más que un par de sustos, pero de la que encontré más, mucho más.


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domingo, 27 de septiembre de 2009

Arráncame los ojos de un tirón




Hay algo extraño en las películas de terror, ¿qué es lo que nos hace verlas? ¿por qué nos quedamos, aún sabiendo que no son buenas?... o por lo menos es lo que me pasa a mi.



Ayer a la tarde volví otra vez a incurrir en la misma costumbre, hay que decidir qué película ver, y elijo otra vez una de terror, y de esas que prometen ser sangrientas, y vuelve a suceder, una vez más.



Sin embargo, el film de ayer me dejó algunas reflexiones, y es lo que voy a escribir. A esta altura ya es importante saber de qué estoy hablando, se trata de El ojo del mal, una no recomendable película de terror.



Antes, relato brevemente la trama (que en verdad no da para mucho más), un grupo mixto de jóvenes que estan cumpliendo condnas menores es enviado a restaurar un hotel abandonado, para reducir sus condenas, una vez allí se van a encontrar con un asesino con una fascinación por arrancarle los ojos a sus víctimas, en serio, eso es todo; hay alguna explicación, escenas previas que intentan dar sentido, pero no lo logran, nada más.



El problema en sí, no es la trama, pobrísima como se habrán dado cuenta, sino la manera en que es llevada a cabo.



Últimamente, el cine para adolescentes (como lo es este) nos ha acostumbrado a una edición videoclipera y a escenas lo más gráficas posible; pero esta parece ser el sumun en este sentido.



En cuanto a la edición, habría que preguntarse si le gente detrás de las cámaras no tenían párkinson (o aunque sea mucho frio) al momento de filmarla; literalmente la imagen está sacudiéndose constantemente, y hasta hay escenas de personajes corriendo tomadas en planos 3/4 de frente y siguiendo los pasos del mismo (recurso ultra utilizado en videoclips); un poco resulta modernismo (o algo así), pero hacerlo consantemente es muy molesto.



Pero lo realmente discutible del film es su gusto por exponer carne humana, y no hablo de cuerpos desnudos precisamente. Desde el comienzo nos muestra con lujos de detalle como Jacob, el asesino se dedica a arrancar ojos, con planos alejados, primeros planos, cámara lenta, y hasta el interior del agujero que queda cuando se va el ojo; sepan disaculpar que me lo tomo en broma, pero desúés de un rato deja de ser asqueroso, para volverse gracioso.



Como si fuera poco, este personaje guarda los ojos en frascos cual aceitunas en salmuera, y se ve que a alguien le pareció divertido posar la cámara una y otra vez sobre los mismos.



Ojo, que lo de los ojos no es la única muestra de mutilación y salvajismo, veremos también ganchos que arrancan mandíbulas, cabezas que se rompen contra el techo, y hasta un corazón que se rompe (otra vez, literalmente).



Algo curioso, es que, ante tanta asquerosidad (sumada a una fotografía premeditádamente sucia), la película ni siquiera logra su comedito (supongo) de atemorizar o de horrorizar con estas imágenes, al segundo tuerto uno ya se relajó y todo le importa poco y nada.



Otro dato curioso, lo encuentro en el reparto; esta película está producida por la WWE, una especie de Titanes en el Ring yanqui (de la cual salió por ejemplo Hulk Hogan y The Rock), para exclusivo "lucimiento" de uno de sus luchadores, Kane... en el papel de Jacob.



No deja de ser llamativo, recuerden qué tipos de pelis hacian nuestros Titanes, mientras unos se enfretaban al Capitán Piluso y colaboraban con los Superagentes, este se enfrenta contra adolescentes cachondos y colabora con la labor de maniáticos como Jason Vorhees (la asociación es obvia ya desde el nombre, y aún más en las excusas de la trama).



Otros films de la WWE nos mostraron a sus luchadores en films de acción ultra patrióticos (The Marine con John Cena) o que hacen justicia por mano propia reventando a palasos - en serio - a los malos (Con la frente en alto, con The Rock).



En definitiva pareciera que sus luchadores de catch no estan dirigidos a un público infantil como los nuestros (las dos películas de 100% Lucha también son una muestra de esto); pero pareciera que se van para el otro lado, demostrando una violencia descarnada, puramente innecesaria.



A lo largo de la historia del cine, el género de terror es uno de los que más ha cambiado; se ha pasado de un terror más psicológico, sugestivo; a algo más explícito, directo, que causa un shock como sea (aunque sea a través del asco).

Películas como esta parecen el equivalente pornográfico al cine de sangre, se tira toda la carne al asador sin dejar nada para el misterio.

Sin embargo, y hago un mea culpa, pareciera que a la hora de elegir, ahora nos inclinamos hacia este estilo. Estas películas, no son realizadas precisamente por amor al arte, son hechas para el comercio, y parece que son rediruables, porque salen como chorizos (¿alguien puede creer que sea inminente el estreno de El juego del miedo VI?, yo me cansé - o asqueé - a la segunda).

La trama, como aclare párrafos arriba, es lo menos importante, una excusa para hilvanar mutilaciones de todo tipo, casi como hacer un recorrido por un frigorífico.

Ni hablar de rubros técnicos o actorales, todos puestos al servicio de la masacre; todo es tan pésimo que a uno le dan ganas de que se mueran todos y termine de una buena vez.

Por momentos, pareciera que pretende rendirle homenaje a ciertos clásicos del terror gore de los '70 y '80 ( las reminiscencias a Martes 13 son muchísimas y obvias), pero termina siendo sólo una apariencia; o un homenaje muy fallido. Cuando en décadas pasadas se creó y recurrió a este subgénero del terror (muy explotado por directores como George Romero, Tobe Hopper, o el primer Peter Jackson),el acumulamiento de sangre escondía un trasfondo mucho más rico, interesante; cosa que aqui no ocurre en ningún modo.
Sangrienta, asquerosa, aburrida, ridícula, todo esto le cabe a la perfección. Al igual que terrorífica, espantosa, espeluznante; pero en el mal sentido. Lo único positivo es es corta duración, y su final que pareciera no dar lugar a una posible secela, aunque uno nunca sabe. Una lástima, una hora y media totalmente desperdiciada.

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domingo, 20 de septiembre de 2009

Antoine el benefactor

De nuevo estoy de vuelta, después de larga ausencia... Ah, no, eso es otra cosa. Estoy aprovechando los pocos momentos en que la empresa de Internet que contraté me deja conectarme, para poder hacer una nueva entrada en mi blog preferido (Je!).

Ya sé que anteriormente prometió una reseña sobre El secreto de sus ojos, pero a más de un mes de esos dichos, y mucho más del estreno de aquella, prefiero guardarlo para cuando salga el DeVeDé, voy adelantando que es formidable.


Esta vez prefiero no escribir sobre un estreno, tampoco lo voy a hacer sobre un clásico, sino sobre un film discreto, una discreta comedia francesa.


El Restaurante, horrible título para el original Aprés Vous... (algo así como "Después de ti" o "Después de que"), es una comedia que sigue el "molde" de la más típica comedia francesa, pero no por eso deja de ser una experiencia muy divertida.


Antoine (el genial y versátil Daniel Auteuil) es Someliër en un restaurante parisino, cuando empieza la historia lo vemos con una vida tranquila aunque algo monótona, pero de camino a ver a su novia, se encontrará con Louis (José Garcia) apunto de ahorcarse en una árbol; por puro instinto Antoine irá en su socorro, y de ahí en más cambiará su vida.


Louis resultará, sin más palabras, un lastre; un ser que no le encuentra sentido a su vida, que vive apesadumbrado, y que intentará suicidarse constantemente. Pero Antoine se apiadará de él, y cumpliendo un rol de buen samaritano, lo ayudará una y otra vez, hasta no poder sacarlo de su vida.


Entre los "mandados" que el santo de Antoine realizará para su "nuevo amigo", se pueden contar robarle una carta suicida a su abuela totalmente sorda y cegatona, conseguirle trabajo en su restaurante, y en el mismo puesto que él (claro que será completamente inepto), y por último intentar contactar a la razón de tanta pena, una ex-novia de Louis, Blanche (Sandrine Kiberlain), una florista con problemas amorosos.


A lo largo del film, veremos la transformación de ambos personajes, mientras Louis va adquiriendo color en su personalidad, Antoine se va pareciendo cada vez más a Louis, y encima se enamorará de la bonita florista.


Comedia de enredos, al fin, el disparate estará a la orden del día; pero todo dentro de un cuadro medido, una trama bien desarrollada y que le permite un desarrollo a los actores, sobre todo Daniel Auteuil, el protagonista excluyente del film, el que se roba todas las escenas.


Uno nunca entiende la actitud de Antoine, por qué soporta tanto, por qué ayuda a un personaje al que más de uno quisiera golpear, o aunque sea sacudir para ver qué le pasa. Pero es así, se convierte en un benefactor capaz de poner en riesgo todo lo que tiene para ayudar a alguien que, en definitiva, no deja de ser un desconocido (tal vez esas emociones era lo que necesitaba para despertar de su aletargada vida).


Hay algo que diferencia a la comedia francesa de la típica comedia jolibudense, no es una sucesión de gags, no es una risa contínua por lo absurdo. Tampoco es cuestión de desmerecer a ese tipo de humor, simplemente, este es distinto, más que la carcajada ante situaciones ridículas, esto es una humorada, una sonrisa que dura toda la proyección, y aún después. Es un film ameno con situaciones mordaces desde los diálogos más que desde el físico. Es un gusto poder apreciar ambos tipos de comedias.


Pierre Salvadori (director, y uno de los guionistas) parece seguir la senda de las comedias de Francis Veber, su estilo es similar, pero a diferencia del director de El Placard, Salvadori se inclina más por la comedia romántica (estilo que quedará más marcado en la posterior Mujer de Lujo), pero prevaleciendo más lo cómico que lo romántico; es por eso que no podría decir que esta es una comedia romántica pura (por lo menos, no al estilo meloso que entiende el país de norte).


Una comedia para recomendar, para pasar un momento más que grato y continuar con una sonrisa aún después de verla (apuntarla quienes quieren ver una romántica con su pareja y no morir en el intento, ambos la pasarán bien).


Por ahora, me despido hasta la próxima vez que se me permita escribir.
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domingo, 9 de agosto de 2009

Cobras y Coballos










Regresé. Luego de dos semanas en las que por problemas de conectividad (Claro Internet sos lo más) puedo por fín subir esta reseña.





Ahora, estas dos semanas sí que fueron movidas, recibí varios mail (que pude leer cuando milagrosamente se conectaba), algunas críticas, y mucho apoyo. Pero sobre todo vi bastante cine, lo cual no deja de ser una noticia ya que, por ejemplo hacia más de un mes que no pisaba una sala; y además es noticia porque de eso se trata este blog.





Entonces, decidí volver con todo, bueno no tanto, y despacharme con una reseña compartida, es decir de dos películas juntas.





Como ya dije, en estas dos semanas, vi cine de lo más variado; pero para hacer estas reseña me decidí por dos que me parecieron con muchos puntos en común y casualmente son las dos que fuí a ver al cine: Fuerza-G 3D y Gi-Joe: El origen de Cobra; entonces, ahí voy.(estoy muy atrasado y sería mejor escribir sobre la sublime El secreto de sus ojos, pero esta reseña la escribi hace rato y ya quería publicarla, la otra viene para la próxima)





Para una persona normal, no entrar a una sala de cine por un mes y medio, puedo ser algo natural, para mi no; equivale a casi una eternidad; y la verdad que las razones de mi vuelta no fueron gran cosa, pero algo había que hacer. Quería ir a conocer la nueva sala 3D que pusieron en el Showcase Haedo, ya que antes tenía que irme hasta Palermo, y prácticamente no importaba qué película era, sólo la sala. Por otro lado, yo no suelo ver una sola película cuando voy ahí, y Gi-Joe... me recordaba a mi infancia, era más bien una excusa, porque tenía mucho "miedo" de verla y salir decepcionado (los trailers ya lo habían hecho).





Fuí a la primera función de Fuerza-G 3D y la cosa arrancó mal, cómo es costumbre en Haedo, y en los horarios a los que voy, estaría yo solo en la sala. Eso no me molesta, pero sí el hecho de que el cuarto en donde estaban los anteojos especiales estaba cerrado y no encontraban la llave; me hicieron entrar a la sala y después me trajeron los anteojos casi casi cuando empezaba la función.




A los diez minutos, em pleno trailer de Toy Story 3, pararon la proyección, entraron dos personas más, y luego tardó como quince minutos en retomar (Yo no sé si pasa siempre, o me pasa a mi, pero me cabroneo con estas cosas); después la pase bien, bah, por lo menos me relajé...




De Fuerza-G no hay mucho para decir, entra por lo ojos y se queda ahí, cuando uno dejó de verla se la olvida como a una idea pasatista.




El argumento completo puede ser escrito en líneas récord: Un grupo secreto del gobierno tiene trabajando a coballos alterados genéticamente para trabajar como espias del gobierno. Estan detrás de un mega empresario que quiere dominar al mundo a través de electrodomésticos robots que parecen los Transformers, y hay otro personaje "en las sombras" que es el secreto del film, aunque a resolución no sorprenderá ni siquiera a los más chicos. En algún momento se cancela el proyecto, se les unen otros coballos de una tienda de mascotas, hay mensaje de hermandad, la voz de una coballa (no se dice así pero me gusta como suena) puesta por Gloria Estefan en la versión en castellano, resolución obvia, y listo, no hay más. así y todo parece más completa que Gi-Joe...




En la segunda proyección no pasó nada (ni en la sala ni en pantalla), la adaptación al cine de estos muñequitos y su correspondiente serie animada nos cuenta , como lo revela el título (y los que tienen un conocimiento previo lo entenderán), el origen del villano principal de la serie original -Ah, por si no se dieron cuenta, ya estoy a hablando de la de los Joes.




La peli comienza con dos soldados del ejercito que junto a su grupo deben transportar un arma biólogica creada por un empresario y un científico y que debe quedar en manos de la Otan. Algo pasa, primer ataque de los malosos, los buenos fallan, y aparecen los Gi - Joe (¿grupo paramilitar?) para salvar las papas del fuego.




Estos dos soldados quedan "fascinados" con el grupo que elige a los mejores soldados del mundo para formar un grupo especial, claro los Joes, claro todos hablan en ingles y el 90% son yanquis. En definitiva, estos dos se unen al grupo y deberán frenar el uso de esta arma por parte de los malos, y listo; hay un romance en pantalla, el recuerdo de un romance viejo, un secreto más estúpido que el de Fuerza-G, aparece el malo del título, rompen todo, y nada más. La pregunta es ¿Y dónde estan los Gi-Joe?.




La serie animada, una excusa ochentera para vender muñequitos mucho más viejos, hablaba de un grupo militar que se enfrentaba a la agrupación criminal de Cobra, no era muy profunda, pero ni siquiera eso pudieron respetar.




Los héroes andan en unos trajes tecnológicos que los aceleran, los ninjas (sobre todo el bueno) pare un robot, la varonesa (villana recordada por ser recordada como una Martina Navratilova del mal) está más buena que las milanesas que hace mi vieja, el jefe ya no tiene bigotes. Son más las cosas extrañas que las que se parecen (como consuelo está la base en el desierto, Scarlett se parece, por lo menos es pelirroja, y cuando al final se forman Cobra y Destro uno por fín celebra algo).




Es iuntil criticar estas películas como obras cinematográficas, son nulas; y he aquí los puntos en común: los dos son grupos militares o agentes del gobierno, los dos pelean contra armas tecnológicas, los dos tienen personajes recontra estereotipados, los dos entran por los ojos, los dos tienen personajes que parecen olvidar que son malos (Upsss! sopa fría); al fin, en las dos la trama parece lo menos importante. Pero en la balanza, créanlo o no, Fuerza-G pesa mucho más, por lo menos no se toma en serio.




Gi-Joe: El origen de Cobra tiene un mecanismo que va de pequeñísimas escenas con ¿diálogos?, que sirven de conectores para escenas de batalla en las que no queda nada en pie pero nadie se hace ni un razguño; sería algo así: título-batalla-presentación de los malos-batalla-presentación de los buenos-batalla-flashback sin sentido-batalla-otro flashback-batalla-resolución con otra batalla-títulos finales.




Fuerza-G, al contrario, no deja de ser una película de Disney, y aunque parece tener su unico atractivo en correrse cada vez que se nos tira algo encima (¿verla en 2D tendrá alguna justificación?), por lo menos es simpática, tiene un mensaje aleccionador, y sí, uno sale con una sonrisa de la sala, parece un chiste largo.




A Gi-Joe uno termina agradeciéndole que no haga una propaganda muy obvia de lo bueno que son los militares (Ivan eht nioj), simplemente porque ni siquiera se les parece. Detras de esta, se encuentra la misma gente de Transformers, y por desgracia, se parece más a la segunda que a la primera; eso sí, las batallas se entienden, bueno algo.




No se puede decir mucho más de ambas, como dije, las actuaciones son casi nulas (por ahí estan Dennis Quiad, Channing Tatum, Marlon Wayans, Sienna Miller, Joseph Gordon Levitt, y Christopher Eclecson en una; y Zack Galifianackis y Bill Nighy en la otra, pero no hay nada que decir).




En cuanto a la dirección, el de Fuerza - G es su ópera prima, aunque tine añares en rubros técnicos (es lógico), y el de Gi Joe es Stephen Sommers, que hizo una buena con la primera de La Momia, pero la embarró en su secuela, Van Helsing, y ni que hablar de su ópera prima Agua Viva (si se acuerdan de esta, por favor, escríbanme, paso por el cine en el '98, posta).




Para terminar, dos sugerencias: no hubiese sido mejor hacer Gi-Joe com muñecos animados o marionetas como los Thunderbirds, siiiiiiiiiii. Con el título de Fuerza-G no hubiese sido mejor hacer una adaptación de los dibujitos ponjas ochentosos del mismo nombre; no mejor no.




P.D.: Les dejo unas imágenes de las series que les hable, para que recuerden, comparen la de Gi-Joe con la de arriba y asqueense.

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domingo, 2 de agosto de 2009

La estafa maestra

Joya oculta del cine nacional, Perdido por perdido, nunca tuvo el reconocimiento que se merece; es por eso que desde este humilde lugar, quiero rendirle un pequeño homenaje.

Ernesto Vidal (Ricardo Darín) tiene problemas financieros. Verónica (Carolina Papaleo), su esposa, parece vivir en la séptima nube, y tiene sueños de grandeza mientras él se hunde cada vez más.

Para intentar salir de la crisis, le estan por rematar la hipoteca de su vivienda, Ernesto acepta la propuesta de un extraño personaje (que el mismo director de una financiera le presenta) para fingir el robo de su auto y contraer otra deuda... pero con gente aún más oscura. De ahí en más, comienza un espiral del cual no pienso adelantar nada, ya que la gracia de su trama se encuentra en sus vericuetos.

Tal vez por el momento de su estreno, 1993, la película pasó algo inadvertida; sobre todo en posteridad. Hay que recordar, que los últimos años de los '80 y los primeros de los '90 fueron propicios para el video en Argentina, y en su cine, con muchos films dirigidos especialmente a ese formato; y además, en el mismo año se estrenaron otras películas, más efectistas, pero con más repercusión, mucha más repercusión. Es el año de El Caso María Soledad; Gatica, "El Mono"; De eso no se habla, y sobre todo Tango Feróz. Por lo que, este film, si se quiere sencillo, no llegó a las loas de los anteriores mencionados.

Con el tiempo, ha adquirido algo de misticismo; sobre todo por tratarse del debut en papeles "serios" de Ricardo " La ... del amor" (llene los espacios con palabras como carpa o discoteca)Darín; y ser la ópera prima de Alberto Lecchi.

El cine argentino, siempre tuvo una muy buena relación con las historias policiales; muchos de los considerados clásicos indiscutidos, se encuadran en este género. Pero también ha sido un género largo tiempo olvidado ( hoy en día parece pasar por esa etapa), y Perdido por Perdido quizás quedó en una época que no era la suya; como dije, los policiales de principios de La Era de Ménem, eran producciones para el videoclub, con poco presupuesto, poca ropa, y mucho Silvia Peyrou (léase erotismo barrial); y en el medio de esos tiempos, esta historia buceaba por otros rumbos (¿Alguien le vió una teta a "histérica" Papaleo?, ¿Alguien quiera verla?), desnudando (no... Darín tampoco se pone en bolas) una realidad de estafas y negocios non sanctos muy común en el quehacer diario, pero no reflejada en el cine (sino hasta mucho después con pelis como Nueve Reinas o, la también injustamente no reconocida, Gallito Ciego).

El Guión de Lecchi y Daniel Romano, no solo nos muestra un fresco realista, sino que mezcla el policial con el suspenso, y hasta algo de acción; logrando un entretenimiento que no decae nunca. La historia atrapa desde el principio y no nos suelta hasta el final.

Su ritmo sostenido, no sólo se debe a la historia, sino a la mano de Lecchi detrás de cámara, otorgándole vberdadero dinamismo sin vertiginosidad.

Ya en su ópera prima, Alberto Lecchi demuestra la profesionalidad que confirmaría En toda su toda su extensa y variopinta filmografía; moviéndose con buena calidad en el cine comercial (Apariencias, Déjala Correr - Sí, a mi me gustó, ¿y qué? - ) y el más independiente (Una estrella y dos cafés, El frasco). A lo largo de toda su carrera pasó por los géneros más variados, y en todos consiguió resultados más que buenos; films políticos y contestarios como El juego de Arzibel (totalmente bastardeada por la crítica, pero para mí una de sus mejores), films histórico-políticos (Operación Fangio o Nueces para el amor), y hasta un film de suspenso noir, Secretos compartidos, el cual, hay que decirlo, sólo safa por el clima denso que le imprime el dire. A esta altura, por si no se dieron cuanta, aclaro, Lecchi es uno de mis directores de cine contemporáneos preferidos, tomo su nombre como sello de calidad, y esto empezó cuando de casualidad vi Perdido por Perdido, totalmente perdida en un videoclub (luego la debo haber visto seis o siete veces más).

Además de su director, nos encontramos con muy buenas interpretaciones: un Darín que por primera vez sorprende; un Enrique Pinti fuera del registro de comediante (y en una de sus pocas interpretaciones cinematográficas en total), Ana María Picchio como una sufrida mujer, y hasta el televisivo Jorge Schubert logra un buen registro. No nos olvidemos de Carolina Papaleo, que logra, y muy bien, la difícil proeza de componer a un personaje odioso (Ah, ¿ese no era el propósito?, bueno); una mujer a la que verdaderamente dan ganas de cachetear (al personaje, no a la actriz...).

Después de mucho tiempo sin verla - no tengo el canal Volver en donde suelen pasarla a las tres de la matina con subtítulos para hipoacúsicos - , la semana pasada me enteré que Canal siete la emitiría en su ciclo El cine que nos mira de los sábados a las 00:30; lo cual se transformó en una cita casi obligada, ya que sorprendéntemente nunca se editó en DVD (en Argentina, pero sí en otros países como España), y conseguirla en VHS es casi imposible (se consigue en sitios de internet a un alto precio y con pésima calidad por el paso del tiempo - son cintas usadas de videoclubes).

Lamentablemente, esto es algo muy común con el cine argentino. En los cines, salvo grandes proyectos comerciales, suelen pasar fugazmente por pocas salas; en los videoclubes (salvo especializados) sólo se consiguen las mismas grandes producciones; y en televisión, hay que "engarcharlas" milagrósamente por Volver o esperar (por ¿suerte? poco tiempo) a que Canal siete las emita desapercibidamente un sábado a la medianoche (como pasó hace unas semanas con el éxito de 2007 XXY). Mientras tanto, los canales de aire se debaten entre repetir una y mil veces las mismas películas de Steven Seagal, Enrique Carreras (por lo menos son argentinas - a propósito, a ver cuando pasan las buenas de Olmedo y Porcel), o películas televisivas que a diario podemos ver en el Hallmark.

Mientras tanto, lupa en mano, podemos encontrar, en algún horario perdido de nuestra TV, estas joyas que alguna vez, tal vez, tendrán su merecido reconocimiento.
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sábado, 25 de julio de 2009

Animación de alto vuelo

El título de esta nota no es el más original, pero es que no encuentro otra manera para describir a Up, nueva joya de la factoria Disney/Pixar; simplemente es un vuelo directo a lo mejor del cine.


La experiencia de haber visto este film me subyugó lo suficiente como para tardar bastante en escribir una reseña sobre él. No encontraba la manera de hacerlo sin parecer obsecuente. La respuesta, no importa serlo si uno realmente quedó maravillado.

Es más, ni siquiera pienso perder líneas contando hechos personales. Solamente quiero decir que por segunda vez (la primera fue con Hombres de Negro) encuentro una salida frustrada por funciones agotadas (fue al segundo día de estreno en la sala 3D del Abasto), hay que decir que esa situación me ofuscó bastante, por decirlo de algún modo. Igualmente, dos semanas después tuve mi revancha en un doblete en el Cinemark de Palermo, junto con Transformers: La venganza de los caídos (film que pese a haberme aturdido mucho más, quedó totalmente opacado por este en cuestión).

Terminado el breve relato de lo acontecido, paso a la historia del film, en realidad bastante sencilla de describir: Luego de la muerte de su esposa, con quien compartió un lazo desde la infancia, el ya anciano Carl se niega a vender "la casa de sus sueños" a una empresa que quiere construír un complejo de edificios. En una de esas resistencias, Carl tiene un accidente que complica la situación del hogar. Entonces, ante la mirada atónita de todos los obreros que esperan que el abandone la vivienda, literalmente echa a volar la casa.

Usando globos como motores (su profesión es de globero en una plaza) y las cortinas como velas, Carl se escapa, con casa, mueble y todo hacia unas cataratas en América del Sur, lugar soñado por Ellie, su mujer.

El problema es que, Carl no esta solo en la casa, sino que, sin saberlo, se enbarcó con Russell, un niño explorador que necesita de la estampa de "ayuda a un anciano" para recibir un ascenso en el grupo, y está dispuesto a todo para lograrlo.

De ahí en más, comenzará una aventura tan intrépida como amable, en la que se cruzarán con una extraña ave, mezcla de avestrúz con pavo real, a la que Russell nombrará Kevin y tomará como mascota (ante la negativa de Carl), además de un grupo de perros cazadores con collares que le permiten ¡hablar!, a cargo de Charles F. Muntz un aparentemente desaparecido héroe de la infancia de Carl, entre los que se encuentra Dug, quien se unirá al dúo protagónico.

Dentro de este delirio, que solo puede salir de la mente de los creativos de Pixar (Dreamworks, sigan partipando), hay lugar para la emoción (los primeros diez minutos en los que se cuenta la historia de amor para siempre de Carl y Ellie es puro sentimiento sin sensiblería), la aventura, la comedia, la acción (escenas de esgrima - con bastón como florete - incluídas), y hasta el suspenso (hay un malo que es fácil saber quién es, aún leyendo estas líneas).

Decir que esta historia tiene claras influencias del cine de Hayao Miyasaki (del cual John Lassetter - director de Pixar - es fanático confeso) es hablar de facilismos; ya que ambos cines se caracterizan por una originalidad suprema, historias que solo podrían ocurrirsele a semejantes mentes creadoras.

Up, no solo tiene originalidad en su premisa de hacer volar una casa con globos, sino también en el hecho de poner a un anciano como protagonista y héroe de acción; en la presentación cuidada de cada una de sus imágenes (al cual el color pastel pareciera emparentar con un film de los que Carl veía en su infancia); y en la carnadura de cada uno de sus personajes, todos estan desarrollados como si fuesen el protagonista del film.
Desde Toy Story, su primer largo, de 1995, Pixar viene desdibujando esa línea que separa al cine de animación del cine con personas de carne y hueso; definitivamente varias de sus películas pueden ser interpretadas por actores frente a la pantalla, y el resultado seria similar (claro, nos perderíamos de la preciosura de sus "dibujos"); por ejemplo: piensen en remplazar a Remy de Ratatouille por algún actor atribulado de la comedia francesa como Daniel Auteuil; o en Cars el Rayo McQueen podría perfectamente ser un automovilista. Sus tramas, parecieran, no estar pensadas en función de una animación; son simplemente comedias perfectas.
También borra, con total delicadeza, la barrera entre la animación computarizada con la animación tradicional, y con las imágenes reales. En una misma película, como Wall - E, podemos encontrar imágenes tan reales como las de la primera parte de la película, con animaciones fantásticas como los humanos obesos de la segunda mitad, dignos del megor tío Walt.
Con Up lo vuelven a hacer, Carl no es "el viejito típico de loos dibujitos", realmente se parece a tu nono, tierno y ofuscado a su vez. El hecho de verlo transcurrir desde su infancia a la vejéz, nos muestra el "endurezamiento" que va sufriendo a través de los años, pero sin perder su inocencia y timidéz; detrás de su máscara de anciano amargado, se esconde un profundo dolor por la muerte del ser querido; como las personas reales.
En cuanto a las imágenes, si por un lado, las imágenes de los paisajes parecen fotografías de una selva sudamericana; los personajes parecen cono pintados con acarela, lleno de contrastes entre colores vivos y colores pasteles; ni siquiera el efecto 3D (que ya no podrán disfrutar, porque a las dos semanas de su estreno la remplazaron por La Era de Hielo 3, Sniff!), que nos da profundidad más que una avalancha de cosas encima nuestro, quita esta sensación hermosa sobre los personajes.
Ahora, varios puntos aparte: en latinoamerica tenemos la posibilidad de escuchar un exquisito doblaje con sorpresas, los queridísimos Roberto Carnaghi (quien ya experimento en el mundo Pixar con Antón Ego en Ratatouille) y Edgar Vivar (¡¡¡¡¡El Señor Barriga!!!!!), como Muntz (en el original Christopher Plummer) y Dug, respectivamente.
Otra, como ya es costumbre, antes del plato fuerte, se nos muestra un corto - esta vez también en 3D -, en esta oportunidad Parcialmente nublado. Una cigueña tiene que transportar los bebés que crea una nube nublada y... tienen que verlo, como siempre cuesta saber si es mejor el corto o la película que fuimos a ver, excelente.
Por último, retomo un poco mis relatos personales. Un par de semanas antes de ver este doblete, había ido a ver Una noche en el museo 2 en mi querido Showcase de Haedo - ¡¡¡le pusieron sala 3D, Vamossss!!! - y me enfurecí cuando un pibe entró hablando por celular a la sala con los títulos de la película empezada, creanmé se lo hice notar. Ahora, en Palermo, cuando durante la proyección de Transformers 2 era una sala de conferencias, todos hablaban todo el tiempo, y al batfondo del film de Bay había que sumarle los chillidos de los ringtones. Es más, hasta el que estaba al lado mío, casi sobre el final (faltarían 45 minutos de la interminable historia), se ve que se aburrió y se puso a jugar con su Blackberry... ahora quien lo puede culpar. Viéndolo en perspectiva me dio lástima por el purrete de Hado, un nene de pecho que tuvo que bancarse mis gritos.
Por suerte, con Up la historia fue otra, nada me molestó, o por ahí todos estaban hablando y yo no me daba cuenta, totalmente embelezado con esta película a la que solo le cae un adjetivo, perfecta.
Ahora, si Pixar se supera año a año, uno poensa que no puede ser mejor hasta que llega la próxima, no quiero imaginarme que nos depara el 2010, cuando vuelva el niño mimado de la factoria: Toy Story 3... no puedo seguir escribiendo, estoy babeando el teclado.
Fernando Sandro.

Título: Up, una aventura de altura (Up)
Año: 2009
Duración: 89 minutos
Director: Pete Docter
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miércoles, 15 de julio de 2009

La pícara Sandrita





Sí, tengo que confesarlo, ni aún la epidemia de gripe A ha impedido que me haga una escapada al cine. Es más, se sintió como ir con la espada de Damocles en el cuello, porque uno no sabía si a último momento iban a cerrarse las salas.




En realidad, debo decir, la decisión no fue mía, sino más bien que acudí como acompañante de mi vieja que es fanática (en serio fa--ti-ca) de Sandra Bullock. A esta altura, ya deben saber de qué película les voy a hablar, sí, es La Propuesta, el nuevo éxito que sacó la Bullock antes de verse obligada a los papeles secundarios, o al directo al DVD.


Pero antes, les sigo relatando la "extraña" experiencia:


Les aclaro que a mi no me gusta dejar las cosas libradas al azar, y menos cuando se trata de ir al cine; digamos que lo planifico, grilla en mano, durante toda la semana, y me gusta llegar hora, media hora antes al lugar (es un ritual el pararme, por lo menos, medio minuto en cada cartel publicitario que hay en el hall de entrada, antes de ver la peli en cuestión).


Esta vez, la cosa era aún peor, toda la semana informando datos contradictorios, que cierran, que no cierran, que algunas sí otras no. Es más, el mismo día a la mañana, escuchando la radio, dijeron que habían cerrado TODOS los cine de Capital y Gran Buenos Aires, a esa altura mi desilusión era grande.


Por suerte, telefoneo a la sala, y confirman su apertura, de otra manera mi día hubiese sido un tanto gris (sueno un poco neurótico, y sí lo soy).


El viaje, fue aún más alarmante; los colectivos en fines de semana suelen estar repletos, ahora no había nadie, si hasta el colectivero nos miraba de reojo.


Si no había nadie en la calle, para qué decir en el cine, vale decir que el cine al que voy comúnmente no es de los más concurridos, pero esta vez era una exageración, faltaba el ruido del viento y la mota de paja para completar el cuadro de desolación.


La chica que nos vendió la entrada esbozó un "deberían cerrar todos los lugares, para no salir", y con eso ya teníamos el cartón lleno. Sin duda, parecía que eramos los únicos sobrevivientes del mal que había exterminado a toda la población (hace poco vi Soy Leyenda y aún estoy influenciado).


Igualmente, todo ese panorama no influenció a la hora de disfrutar delante de la pantalla. Ahora sí, basta de cháchara, y hablar de lo importante (a esta altura los que querían leer sobre el film me deben estar odiando):


En La Propuesta, Bullock es Margaret Tate, una de esas mujeres a las cuales no querés tener como jefa; una editora de libros tan eficaz en lo suyo, como dispuesta a pisar cualquier cabeza con tal de mantenerse en su posición, y dentro de esas cabezas, se encuentran las de sus empleados.


En un primer momento vemos a esta déspota desplegar todas sus armas frente a sus compañeros, y a quienes deben asistirla en su labor.


Entre ellos, nos encontramos con su secretario personal Andrew (Ryan Reynolds), un muchacho modosito y entregado a cumplir cualquier orden de su jefa.


El problema surge cuando a Margaret, canadiense ella, le revoquen la visa estadounidense, y deba regresar a su país en unos pocos días... salvo que se le ocurra alguna idea.


Ante la desesperación, ella dirá sus jefas que está comprometida con Andrew, y que el matrimonio es sólo cuestión de días; para así poder conseguir la visa.


De ahí en más tenemos la trama romántica, que pasará del odio al amor, y se acrecentará en seguida cuando, para disimula ante Migraciones, deban viajar a Alaska para conocer a la familia de él.


Seguir contando la trama sería un desperdicio, no por los secretos no revelados, sino porque es lógico pensar como sigue.


A lo largo de su carrera, Sandrita a tenido más de un traspié (Máxima Velocidad 2, Miss Simpatía 2, Me robo el corazón por decir algunos), pero siempre a encontrado la forma de volver; y hay que decirlo, siempre es a mano de una comedia romántica.


De esta manera, a logrado perdurar más que algunas de sus "competidoras" en el rubro; por nombrar a una, Meg Ryan ya es un caso perdido, y de ser "la reina de los corazones" pasó sin escala a (tomen nota): un film semi erótico (In the cut), una de boxeadores (Entra las cuerdas), y últimamente quizo volver con dos estúpidas comedias (ambas se fueron al tacho) en las que, en una hacía de una gorda al estilo Eddie Murphy (El novio de mi mamá, con otro caso perdido, el Tonio Banderas), y la otra era una fallida remake de una película que originalmente ya era mala (Todo sobre las mujeres).


En esta oportunidad, Bullock, que venía de algunos películas insignificantes y papeles secundarios, vuelve a pegarla con lo que mejor sabe hacer, hacer suspirar a los románticos.


Eso sí, una novedad resulta el papel de déspota, que le dura menos de quince minutos, pero que es nuevo, es nuevo; ya que siempre mostró dulzura.


En cuanto a la película, no todo es Sandra-Sandra-Sandra, si bien la originalidad no es su punto fuerte (otra vez nos encontramos, como en la entrada anterior, con un film con reminiscencias a otros), sabe hacer divertir, y hay que reconocer que dentro de la sala, el tiempo vuela y uno sale con una sonrisa; ¿si uno va a ver esta película, busca otra cosa?).


Por parte de Ryan Reynolds, si bien está correcto en su interpretación, el astro de los films de superhéroes queda un poco desdibujado frente a la figura de la protagonista por antonomasia del film (¿hace falta decir quién es, suban un par de párrafos y la nombre como diez veces), y frente a los actores que encarnan a su familia. Sobre todo ante Mary Steenburgen y la gran Betty White, quienes encarnan a madre y abuela del muchacho, con quienes Sandra Bullock (ahí va otra vez) juega sus mejores escenas.


Comedia pasatista, tiene sus debilidades, pero nada a tener en cuenta en el resultado final. Ella parece interesarse en él cuando se entera que en verdad no es un pelagatos, sino que su familia es dueña de todos los negocios en el lugar. No está claro como él pasa de considerarla el ser más despreciable del mundo (si uno está distraído - algo que ocurre en estos films a los que su misma liviandad lleva a relajarse -pareciera que es hasta unos minutos antes antes del desenlace) a caer profundamente enamorado de ella. Tampoco son claros los cambios de humor en ella, que pasa de la antipatía total a mostrarse como una fanática del hip-hop. Por último, el conflicto entre Andrew y su padre (Craig T. Nelson) parece quedar inconcluso, y con una resolución a las apuradas sobre el final.


La propuesta, suena como una mezcla entre Green Card (esa genial comedia romántica de Peter Weir que por desgracia pasó sin penas ni glorias), obviamente por su similitud en la trama; y Mientras Dormías (LA comedia romántica de Sandra Bullock), en el hecho de anteponer la relación de la protagonista con la familia del muchacho, antes que la trama romántica.


Con estos dos antecedentes, y de la mano de una directora que cada vez adquiere más experiencia en el rubro, entregando productos aceptables (como en este caso), La propuesta parece traer lo mejor de la comedia romántica estadounidense en un género que últimamente paree algo agobiado.


En definitiva, la experiencia en el cine termino resultando bastante placentera; todo lo que la rodeo, no tanto...
Título: La Propuesta (The Proposal)
Año: 2009
Duración: 107 minutos.
Director: Anne Fletcher
Actores: Sandra Bullock, Ryan Reynolds, Betty White, Mary Steenburgen, Craig T. Nelson, Denis O'Hare, Oscar Nuñez, Malin Akerman.
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domingo, 12 de julio de 2009

Todo bicho que se arrastra...


... va a para al asador, o al pueblo en el que sucede Slither: Criaturas rastreras, una pélícula en la encontramos una colección variopinta de bichos, o la mutación de uno solo, ofreciéndonos un fresco bastante grotesco.
Después de un largo periodo sin ver films de terror (es un género muy repetitivo), y en general unas semanitas sin ver películas en TV (para mí es una eternidad); esta tarde me decidí a ver una de las tantas que tengo grabadas para ver posteriormente, especialmente una de terror; la elegida es la película en cuestión.
Resumidamente el argumento es así, en un pequeño pueblo del oeste norteamericano cae un meteorito en medio del bosque, sin que nadie se de cuenta. Dicho "objeto", ya en un estado viscoso, será percibido por Grant (un pelado Michael Rooker), al cual le dispara "el primer bicho" en forma de aguja, que lo terminará infectando.
Así, se desatarán en Grant conductas muy poco convencionales, como un hambre voraz que lo llevará a terminar con todas las mascotas del pueblo.
Ya en plena mutación de su cuerpo, buscará embarazar a una mujer, la cual terminará ¿pariendo? un sinfín de gusanos que infectarán al resto del pueblo.
Al rescate irán un policía en recién ascenso (Nathan Fillion), la esposa de Grant (Elizabeth Banks), y una joven con toda su familia infectada (Tania Saulnier).
De esta manera, la trama nos ofrece: un huevo viscoso al mejor estilo bebe de Alien, bichos aguja, un hombre que se metamorfea hasta transformarse en un calamar gigante, y luego en una ameba descomunal, una embarazada que se infla como un globo (la de la foto, puaj!), gusanos que parecen babosos con textura del hígado que le das de comer a tu gato, zombies humanos, y hasta un venado zombie.
Claro que toda esta variedad de monstruosidades no entran en un argumento lineal, por lo cual la historia ira cambiando de subgéneros del terror cada, aproximadamente, media hora.
Para empezar tenemos una invasión alienigena, luego una de "mi marido se metamorfea" al estilo La mosca, más tarde alienigena-busca-procrear, para terminar en una peli de zombies; todo con un tinte de humanos infectados a los que les controlan la mente, y un tono comedia de horror.
No se puede decir que la película sea original de por sí (repasemos La mosca, Especies, El ataque de los muertos vivos, Usurpadores de cuerpos, y... ¿Muertos de risa?). Pero en la mezcla sale un coctel bastante delirante, muy grotesco (de en serio ¿vieron la foto de la embarazada-globo?), no muy terrorífico pero sí espeluznante, y sobre todo bastante entretenida.
En su debut como director, el guionista James Gunn, ofrece un film bastante cargadito; como ya dije, con referencias obvias (hay una escena en una tina calcada de la Usurpadores de cuerpo de Abel Ferrara), pero que no termina de definirse si se debe a copia o a homenaje.
Si bien Gunn no puede evitar que este se termine pareciendo a su anterior trabajo como guionista (la remake de El amanecer de los muertos), el resultado es menos fuerte e impactante, y más llevadero.
En definitiva, hacia rato que no veía algo de sangre, y esta, por lo menos no me durmió (la situación, "acostado en mi dormitorio", daba para eso). No será una joyita, pero cumple con lo que promete; y además ¿Alguien esperaba que lo fuese?.
Título: Slither: Criaturas Rastreras (Slither)
Año: 2006
Duración: 94 minutos.
Director: James Gunn
Actores: Elizabeth Banks, Nathan Fillion, Michael Rooker, Tania Saulnier, Brenda James.
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sábado, 11 de julio de 2009

... O Cómo es ser un estudiante de derecho obsesionado por el cine

Escribo esta primer entrada a modo de que me conozcan, y sepan de que va el blog; entonces ahí va:

Soy Fernando, 26 años, con un sobrepeso importante (no se puede correr y mirar películas al mismo tiempo, es uno o lo otro; pero sí se puede comer y mirar películas simultáneamente, y es muy tentador), vivo en el conurbano bonaerense, y estudio derecho hace cinco años...

No es que el derecho no me interese, elegí la carrera libremente por mis gustos y mi facilidad para estudiar; es más estoy a punto de recibirme (cuatro materias, crucemos los dedos). Pero digamos que mi pasión está más relacionada a Leopoldo Torre Nilsson (si no sabes quién es, averigualo, es importante) que a Vélez Sarsfield (redactor del Código Civil).

No me gusta el fútbol, no escucho mucha música, no canto, ni bailo, ni toco ningún instrumento; lo único que me apasiona es sentarme delante de una pantalla alrededor de dos horas y disfrutar lo-que-sea en materia cinematográfica.

- Para que quede claro, cuando digo lo que sea es LO QUE SEA; he visto mucho bodrio en el cine, y aún así la experiencia es formidable; no recuerdo haberla pasado mirando una película -

Entonces, vamos a lo importante, en este blog, voy a redactando mis vivencias como un fanático perdido del cine, y de paso una especie de críticas o reseñas de las películas en cuestión(que pueden ser de todo tipo y género, repito, veo lo-que-sea), simplemente eso.

No les prometo una regularidad, ya que el estudio me lleva más tiempo del que quisiera; pero si que, de tanto en tanto, voy a despuntar mi vicio de crítico apócrifo de cine sobre este blog.

Saludos, y hasta la próxima.



Por cierto, la foto del perfil, no pertenece al expediente del caso Rosswell, soy yo a los cuatro años (soy ojudo, ¿y qué?).
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