viernes, 28 de septiembre de 2012

ÓPERAS PRIMAS: La magia del amor


Para la ópera Prima de hoy pensé hacer un cambio. Si esta sección se dedica a hablar de los primeros pasos de directores, ¿por qué no puedo recordar también algunos de mis primeros pasos haciendo la reseña de una película?.
La semana pasada, debido a un muy buen post de mi amiga Patricia Relats sobre El Paciente Inglés (The English Patient, 1996) en su blog Rincón Fílmico (Click Aquí) estuvimos largo rato escribiéndonos sobre su director Anthony Minghella, sobre lo poco que aprecio su obra, y recaímos en su ópera prima La Magia del amor (Truly, Madly, Deeply, 1990) que los dos habíamos visto en sus constantes repeticiones por TV Cable. Aclaro que este es el debut de Minghella en cuanto se refiere a un largometraje de duración tradicional, anteriormente, en 1978,  dirigió un film de 55 minutos A Little Like Drowning (con los mismos actores protagónicos de La Magia...) del que no se tiene ningún registro salvo una recreación radial del cual les dejó su link aquí.
Después de hablar, haber cambiado de tema, y seguir, estuve recordando que el efecto (adelanto que fue negativo) que me dejó Truly, Madly, Deeply, fue el de sentarme a escribir y descargar la experiencia en texto. Escribí esta reseña en 1997 para mi, a los 14 años, la guardé, y como otras posteriores nunca volví a releerla. Ahora la  busqué y la encontré y se me ocurrió re-transmitirla. Lo único que les pido, sean complacientes, tiene 15 años de antigüedad:




Es conocido el estilo “contemplativo” de los filmes ingleses, la pasividad de su director–escritor Anthony Minghella (El paciente ingles); pero ¿Qué pasa cuando la historia tampoco ayuda, cuándo la anécdota es tan pequeña que parece que nos contaron todo a los quince minutos de película? Eso sucede con La magia del amor.
El principio parece cuanto menos prometedor (alrededor de cinco minutos). Nina (Juliet Stevenson) le cuenta a su psicóloga lo dependiente que es de su marido Jamie (Alan Rickman), pero luego nos damos cuenta de que él está muerto. De ahí a los títulos... y al soponcio. Primero, se muestra lo bien que Nina la pasaba con su esposo, luego lo mal que lo pasa cuando este no está, y por último... cuando uno ya está por cambiar de canal, aparece Jamie, del más allá,  para que la mujer deje de sufrir, y para que el espectador se interese por lo menos unos instantes. Por último, vemos como ella se va alejando de su difunto–fantasma–marido para empezar una nueva vida con un hombre, Mark (Michael Maloney),  que trabaja con gente con problemas mentales.
La película supone la historia de una mujer muy aferrada al marido aun después de su muerte, y como luego, con la visita de este se da cuenta de que tiene que dejarlo ir y empezar una vida nueva. Pero el problema es que carece de atractivos, la historia es muy lenta y pequeña, y no hay personajes secundarios que logren desviar la atención. Eso no quiere decir que sea un puro diálogo entre Nina y su marido, hay personajes secundarios, pero ninguno demasiado atrayente.
Como si fuera poco hay un aire de melancolía,  muy de Minghella, que absorbe todo interés dramático y lo transforma en aburrimiento.
Hay Alguna escena divertida, como la de Nina y Mark saltando en una pata y contando resumidamente su vida, pero no es que sea graciosa, sino que no es abrumadora como el resto del film.
Ahora, se ve que hay intención de incluir algún personaje mínimamente simpático para alivianar la situación, como los amigos fantasmas de Jamie, pero no logran serlo por la escasa línea argumental que les toca.
Lo raro de esta película es que viniendo de un país tan propicio al humor ácido/elegante (The Full Monty, Mr. Bean, entre muchos otros) y de buenos dramas (Billy Elliot, La visitante de invierno) no se entiende como no pudieron lograr ningún interés a lo largo de la trama.
Este es un film de Anthony Minghella anterior a El paciente ingles o El talentoso Sr. Ripley, la diferencia con estos es que detrás tenía historias más interesantes (el primero reconozco que no es de mi agrado pero por lo menos es llevadero), muy ricas; lo que no sucede con esta que, como las demás, le debe su guión al propio Minghella.
Por último ninguna de las actuaciones son tan buenas como para salvar la ocasión (al dúo protagónico se le nota el oficio pero la película no les permite destacarse), tampoco es un film interesante visualmente ni metafóricamente, y la banda de sonido si bien es agradable parece que esos solos de violonchelo agregaran más pesadumbres al relato de la que ya tiene.
Como conclusión queda un film al borde de ser abandonado por el espectador, y si resiste será algo para olvidar rápidamente.





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jueves, 27 de septiembre de 2012

RAREZAS ARGENTINAS: Frutilla


El título de esta sección presenta algunas complicaciones, ¿qué es una rareza? ¿cómo podría catalogarse a un film como raro? En el fondo estas cuestiones no dejan de ser subjetivas. La película de hoy me planteó esas dudas; es una pelícla relativamente conocida, no tiene una significación especial en la carrera de su dxirector y/o actores, y hasta en cierto punto puede ser representativa de un estilo con algo de popularidad... y aún así, al verla, para mi, no caben dudas de que es una rareza, algo inclasificable. Estoy hablando de Frutilla (1980), una de las cosas más extrañas que haya visto realizadas en Argentina.



Es imposible no hablar de esta película sin comenzar hablando de su director Enrique Carreras, una comprobación de que ser un todoterreno no siempre es una buena cualidad. Con una prolífica filmografía de más de 100 films, el hombre, nacido en Perú, pasó por todos los rubros, desde películas costumbristas, de género fantástico, comedias familiares, picarescas, musicales, infantiles, cuasi eróticas, policiales, folletines, de ambiente teatral, o sea de todo... y aún así al ver cualquiera de sus películas uno puede adivinar que son de su autoría. El problema es que nunca logró sacarse el acartonamiento de encima; el hecho de su producción fílmica casi en serie convertía a sus obras en algo rutinario, desangelado, y hasta ajenas a lo cinematográfico. Además no hay otra manera de explicarlo, algunas, la mayoría, de sus películas son horribles, le guste a quien le guste. Entre otras cosas el hombre tiene el mote de haber arruinado con la reputación fílmica del dúo Porcel y Olmedo; realizar las peores obras exploitation del país (sin ni una pizca de la gracia de, por ejemplo, Emilio Vieyra); y otro dato, quizás el peor, tenía un afán por incluir a todo su parentela en cada una de sus películas, sin importar el talento de cada uno.

La cuestión con Frutilla es que reúne todo los tópicos (y todo lo  malo) que tuvo su director; además de ser un híbrido entre varios cruces.
Originada en una obra teatral estrenada un año antes en el Teatro Odeon con parte del elenco que luego repitió en la película, la historia comienza con Marta Moreno o Mariceli (Mercedes “soy actriz gracias a mi dorima” Carreras), una catamarqueña que viene a Buenos Aires a triunfar en el mundo del espectáculo, específicamente en el teatro. Esto, que sería un buen puntapié para una película porno de medio pelo termina convirtiéndose en un muestrario de episodios sin demasiado hilo argumental o lógica. En lo que no se entiende (o por lo menos yo no entendí) si es una ensoñación, una fantasía en el tiempo, o una realidad que no comprendí, la chica (muy modosita por cierto) se va ir cruzando con varias personalidades reales del mundo del espectáculo lo que va ir dando lugar a que ella mire como atolondrada números artísticos supuestamente maravillosos.
De esta manera se va a cruzar con Lola Membrives (Nati Mistral), Pepe Podestá (Osvaldo Pacheco), César Ratti (Juan Carlos Calabró), Francisco Canaro (Guillermo Rico), Carmen Lamas (Ethel Rojo), y hasta Hipólito Irigoyen (Onofre Lovero), entre varias otras célebres personalidades.

Como aclaré antes, la duda que siempre me quedó al respecto es si realmente la acción se desarrolla en los años ’30 o ’40, o si todo es una fantasía en la que se mezclan las épocas... de cualquier modo la cruza pareciera estar mal hecha creando una sensación extraña.

La acción es puramente folletinesca, con diálogos esquemáticos e impostados, supuestamente graciosos pero ajenos a toda naturalidad. Esto es común en buena parte de la filmograía del director, aún en películas que no parecían acordes a este formato, Carreras siempre se las ingeniaba para insertar cuadros musicales o cómicos/teatrales ante la mirada perpleja del protagonista, dando por resultado un funcionamiento episódico con hilos conectores débiles.
Esto es aún más notorio en acá, la historia de Mariceli es simplemente una excusa para saltar de un cuadro al otro. Imagino que esto puede haber funcionado mejor en la obra teatral con texto de Abel Santa Cruz (que no participó de la película), como un muestrario de números teatrales; pero en la película se nota como algo impropio al cine, impostado.

Todo esto es lo que hace rara a Frutilla, la película contiene números de tango, cuadros revisteriles, zarzuelas, escenas de vodevil, personajes relatando chistes, puestas dramáticas... y Mariceli mirando siempre como embobada.
La sensación de ver algo extraño comienza desde el principio con la llegada de la muchachita de Catamarca a la gran ciudad y la canción principal de fondo que suena y resuena de un modo ciertamente irritante, son cinco (o más) minutos de una canción chirriante que solo repite “Frutilla, frutilla, frutiiiiilla...”, para luego ya comenzar con los episodios uno tras otro.

Talvez este género folletinesco era más común en los comienzos de nuestro cine sonoro, repletos de cantores de tango interpretando su repertorio con un argumento mínimo; por lo que Frutilla podría estar atrasando unos 40 años. Esto de por sí no sería malo sino fuese porque posiblemente esta película hubiese sido considerada mala aún en esa época.
La película está mal filmada, mal sonorizada, y el uso del color está fuera de lo natural. Los cantores de tango aparecen pálidos y con los ojos rojos, más similar a Bela Lugosi que a un artista de los años ’30; y muchas de las artistas terminan en escenas picarescas/revisteriles más propias de los ’80 que del comienzo del género.

Frutilla es una película que invita la risa, a la ridiculez... y varias veces a la irritación. Es una buena manera de poder observar cómo era el estilo de su director sin necesidad de tener que ver 103 films. Mal actuada, mal realizada, incoherente, totalmente avenjetada, con todo esto, no deja de ser un fiel ejemplo de un estilo.






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miércoles, 26 de septiembre de 2012

ESPECIAL CUMPLEAÑOS DE MARK HAMILL: Guyver/Mutronics


Hoy 25 de septiembre cumple años uno de los ídolos de aventura más querido por varias generaciones; nacido en 1951, hoy Mark Hamill cumple 61 años.
Es por eso que me decidí a rendirle un homenaje a este señor que nunca dejará de ser un groso, un héroe... un homenaje al estilo de No puedo dejar de ver cine.



Luego de actuar en varias obras universitarias y debutar en un par de series televisivas, Hamill tuvo su primera oportunidad en el cine protagonizando un ignoto film llamado La Guerra de las Galaxias (Star Wars, 1977). Pese al relativo éxito de la obra de George Lucas, el carisma de su personaje Luke Skywalker pudo verse en dos secuelas El Imperio Contraataca (The Empire Strike Back, 1980) y El Regreso del Jedi (The Return of the Jedi, 1983). Pero un accidente automovilístico en el que casi muere y que le dejó ciertas secuelas físicas sufrido antes de la filmación de las secuelas truncó parte de su carrera (bueno, el hecho de que no sea un gran actor ayudó bastante también). Luego de varios trabajos televisivos, recién en 1989 pudo volver a la gran pantalla... o casi, de ahí en más se convirtió en un habitual de películas en el estilo de la que quiero hablar hoy, la maravillosa Guyver (1991).



Ya hablando en serio (por un segundo nomás), salvo escasos momentos en los que logró participar en films algo más salvables, se hizo común ver al adorado Jedi participando en producciones que sencillamente dan vergüenza ajena; además de matar el hambre poniendo su voz en varias series animadas y videojuegos. Sí, Mark como Luke es un verdadero luchador todoterreno.



En Guyver (o Mutronics según el país/edición de que se trate), el rubio interpreta a Max Reed un Agente de la CIA que presencia la muerte de un científico japonés, el Dr. Segawa (Greg Paik) que estaba realizando una investigación para una gran corporación sobre un traje híbrido ¡¡con partes alienígenas!!. La cosa es que el atuendo llega a manos de Sean Barker (Jack Armstrong) el joven novio de la hija de Segawa, este se lo prueba y se transforma en un Guyver (o Mutronic, claro), una especie de superhéroe mitad humano mitad alien con algunas habilidades especiales (muy parecido al de la película Star Kid con la que comparte varias puntos). Los de la corporación no se van a quedar tranquilos y mandan a los Zoanoides (o sea, otros bichos parecidos al Gruyver) a buscarlo sea como sea. Pero Max Reed está tras la pista de los Zoanoides, asi que todo promete para armarse un combate terrible... bueno, no.



Esta cosa está dirigida por Screaming Mad George, un señor más acostumbrado a la realización de FX (en películas de esta misma calidad, o sea...) cuya única realización, por suerte, es esta; y Steve Wang otro con más experiencia en los FX pero con un par de películas más como director (bah, la secuela de esta y dos más). Pero un dato importante es que su productor sea Brian Yuzna, director, guionista, y productor de títulos Clase B como El Dentista (The Dentist, 1996), La Novia de Re Animator (Bride of Re Animator, 1990), Necronomicon (1993),y un sin fin de etcéteras.



Con un tratamiento puramente televisivo, la película tiene algunos de los efectos más ridículos de la historia, desde rayos y explosiones notoriamente puestos por arriba, trajes de hule mal hechos, y varias lucesitas sacadas de un arbolito de navidad; lo que la convierte constantemente en un muestrario de elementos para la risa involuntaria.



Aunque parezca mentira, Guyver está basada en un manga y animé llamado Bio Booster Armor Guyver bastante popular en su país y pensado desde el comienzo para la venta de muñequitos. La película tuvo una pésima recepción, aún en Oriente, no obstante logró una secuela, que a mi entender es aún peor, pero que logró algo más de éxito y aceptación.



Su origen en la acción asiática se nota constantemente ya sea en su argumento, su estética cuasi neo-punk, y sobre todo en las batallas coreografiadas. Pareciera que estuviésemos viendo un capítulo de Ultraman, pero con nada de su carisma.



Por si no quedó claro, la película es netamente impresentable, malos efectos, malas actuaciones (además de Mark y los nombrados tenemos actuaciones del gran Michael Berryman y Vivian Wu), un argumento inconexo y mal resuelto; la excusa de reirnos de lo malo funciona la primera media hora, pero luego ya surge el deseo irrefenable del stop. Tal vez en una reunión de amigos y en plan únicamente de reirnos un rato logre ser pasable.

El Guyver va a enfrentarse a varios contrincantes, desde mafiosos matones, empresarios de traje, hasta los Zoanoides; y se supone que en esto recae su atractivo. Las peleas son coreografiadas como pasos de baile y los villanos se quedan esperando a que del traje del héroe salga alguna cosa loca. Quizá todo se entienda desde la perspectiva de un animé llevado a la acción real. Si bien el ambiente y estética no parecieran infantiles (es más hay bastante sangre), en cuanto a la simpleza del argumento y las batallas sí lo es. En todo caso, Guyver, como el traje, es un híbrido entre un estilo oriental que puede sernos ajeno, y la más tradicional Clase B occidental; estoy tratando de ser comprensivo.



Como sea, Mark Hamill ni siquiera llega a ser el protagonista de esta película, es más bien un co-equiper,un secundario importante, o algo así. Como escribí más arriba, no todas fueron flores negras para el rubio luego de Star Wars, entre medio de títulos para el tacho como este, Laserhawk (1997), o Warchers Reborn (1998), logró una memorable interpretación de Trickster en la segunda película presentación de la serie de TV The Flash, y una participación secundaria en la muy buena remake El pueblo de los malditos (Village of the Damned, 1995) de la mano de John Carpenter.



Con todo Hamill pareciera ser un actor con la capacidad de reirse de sí mismo, ya sea parodiándose a sí mismo como una estrella que no es (tal cual lo hizo en Los Simpsons), burlando a su famoso héroe (en Robot Chicken, por citar algún caso), y hasta estelarizando estas películas para el odio o el olvido y aún así salir parado como un verdadero Jedi... bienvenidos sean estos 61 años.

TRAILER:


... Y PELÍCULA COMPLETA
(NÓTESE EN EL COMIENZO LA SIMILITUD DE TÍTULO CON STAR WARS)


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lunes, 24 de septiembre de 2012

RECUERDOS DEL VHS: Robot Jox


Después de una semana de descanso vacacional y otra de reorganización y puesta al día laboral, estuve pensando en cómo volver con todo a este blog... y la verdad es que esta sección es una de las que más me gusta escribir; me remonta siempre a las primeras compulsiones de ver varias películas por día, al insertarme varias horas dentro del videoclub, revolver todas las cajitas y salir con cuatro o cinco películas que me despertaban curiosidad... como si estuviese en un parque de diversiones. Casi todos los clientes se limitaban a la góndola de los estrenos; a mi nunca me gustó la aglomeración de personas así que me metía atrás tranquilo, me sentaba en el piso alfombrado y leía todas las contratapas; así fue como me fui acostumbrando a alquilar más películas “raras” que “grandes títulos de Hollywood”. ¿A qué viene toda esta entrada que ya a esta altura no es una novedad? A que tengo el recuerdo de que la película de hoy es la primera película “berreta” que alquilé, Robot Jox (1989) en una impresionante edición de Ledafilms; sí, esta es la culpable.



El argumento es bastante complicado (en palabras mías, es un quilombo) pero veamos si puedo resumirlo y que se entienda... algo. Para empezar, la acción se desarrolla en un futuro arrasado por un desastre nuclear ocurrido hace cincuenta años; los sobrevivientes se agruparon en dos bandos o naciones, el Mercado Occidental y la Confederación, que vendría siendo lo que quedó de EE.UU. por un lado y de la U.R.S.S. (que paradójicamente, se disolvería un año después del estreno de esta película, cuando todavía esta cinta estaba editándose en varios países).
Si bien la polarización continúa, la Guerra Fría ahora es, por lo menos tibiecita. Aunque luego del Apocalipsis las dos acciones se prometieron terminar con los combates entre personas, cuerpo a cuerpo digamos; la milicia pasó a desarrollarse mediante robots que adivinen cómo se llaman... bueno sí, Jox.
Lo que tenemos acá entonces es una película bélica, en la que los protagonistas son los soldados, y los combates son el escenario principal... pero el campo de batalla son estadios abiertos tipo Coliseo Romano donde la gente arenga y apuesta por su bando (o el contrario, ejem) y los soldados/gladiadores se escudan dentro de unos mega robots que reíte de Michael Bay.
Antes de continuar me tomo un párrafo para aclarar quienes son los buenos y quienes son los malos; a ver, es una película clase B yanqui, típica de los años ’80 (con todos los clichés posibles) ¿hace falta que siga aclarando?, los rusos son malos, malos, malos, tienen unas ganas de joderles la vida a todo el mundo terribles, y actúan a puro impulso de hacer el mal por el solo hecho de ser malos y quedarse con todo y así ver sufrir a toda la humanidad ¿?
Nuestro héroe es Aquiles (Gary Graham) un legendario gladiador Jox patrocinado por el Dr. Matsumoto (Danny Kamekona) que se encarga de desarrollar las máquinas. Aquiles cuenta con el apoyo logístico de Tex Conway (Michael Alldredge), el encargado de realizar las estrategias de batalla.
Del lado soviético contamos con el despiadado Alexander (Paul “ruso maloso” Koslo) , un combatiente que, obviamente, disfruta matando a los buenos del Mercado.
Por otro lado, hay un proyecto para general guerreros mejorados genéticamente mediante el “gen Jox” ¿?, y Athena (Anne-Marie Jonson) es una de ellas y observa con admiración al veterano Aquiles.
¿A esta altura ya se perdieron? ¿No? bueno, Aquiles, Tex y Matsumoto se preparan para la pelea más importante de robots, la toma de Alaska, y su comandante Comisionado Jameson (Robert Sampson) no quiere saber nada con perder y que la Confederación se quede con el territorio. Claro que Alexander también se prepara. Y Athena mira todo con ojos de heroína de telenovela.

En realidad la historia tiene varias bifurcaciones más, pero estos son los lineamientos generales. Esta historia tan compleja, que aún así no escapa a todos los clichés de la época se debe a que detrás del guión encontramos al escritor de novelas de Ciencia-Ficción Joe Haldeman acostumbrado a este tipo de relatos; no obstante se nota que su director metió mano a su antojo, como siempre acostumbra hacer Stuart Gordon.

Para los que no lo conocen, Gordon es la gloria detrás de clásicos clase B como Re-Animator  (1985), Re-Sonator (From Beyond, 1986), Camioneros del espacio (Space Truckers, 1996), y esa cosa con Christopher Lambert llamada La Fortaleza (Fortress, 1992); además de ser uno de los guionistas de Querida encogí a los niños (Honey, I Shrunk the kids, 1989) y uno de los cerebros detrás de la productora Fantastic Factory; o sea, es un groso indiscutible.

Entre la seriedad de los relatos de Haldeman y el estilo visual de Gordon (que parecieran antagónicos), viendo Robot Jox, definitivamente ganó el segundo. El director de Dagon (2001) suele regodearse con elementos que podríamos llamar cursis, descabellados, casi como riéndose y regodeándose de su condición de Clase B. Los que conozcan algo de su obra sabrán que el hombre es un verdadero autor y que está acostumbrado a la exageración, ya sea desde un gore extremo, FX terribles, fuerte carga de violencia, y una tendencia hacia lo burdo. Eso es lo que hace geniales a cada una de sus películas, y Robot Jox es un muestrario perfecto de todo esto, para mí una de sus mejores películas.

Según la edición que encuentren (el sr. tijeras hizo de las suyas en algunas copias) se van a encontrar con un film cargado de violencia explícita, diálogos imposibles, robots ambiciosos pero acartonados, y bastante sangre por ser un film que no apunta al terror. El desarrollo de la trama está al servicio de todo esto, avanzando de una secuencia incoherente a otra y encontrando su propia lógica. Lo más llamativo es que pese a la complejidad de la trama, y toda la violencia expuesta en pantalla; desde los personajes y el tratamiento que se les da pareciera ser una película para chicos, como si fuese una de las producciones ochentosas de Amblin, pero con un tercio de su presupuesto (es más así fue como la ubiqué en el videoclub, en la góndola de Infantiles).

Los robots son sencillamente indescriptibles, una mezcla entre stop motion, mucha imaginación y esfuerzo, y una ambición en la imagen que haría sonrojar a cualquier superproducción actual. Nada de digitalización, todo se nota hecho a mano, pero aún así a gran escala.

Lamentablemente, no corrió con la mejor de las suertes, fue un fracaso que arrastró a la mítica productora Empire a su cierre, siendo esta su última película. Igualmente, casi de inmediao encontró su nicho devpúblico y se convirtió en film de culto, obteniendo una pseudo-secuela en 1993, Robot Wars.

El resultado al ver Robot Jox  por primera vez fue de un total asombro, era chico y poder disfrutar de esos grandes combates entre robots gigantes comandados por personajes que parecían muñecos de acción realmente me dejó maravillado, tanto como para que aún lo recuerde.
Pase un montón de tiempo sin poder volver a verla, nunca más la volví a alquilar, y aún así me acuerdo de detalles de la edición en VHS, como los enormes subtítulos en color celeste chillón que dificultaban la lectura, los ridículos adelantos de pre-estrenos, y la ruinosa calidad de la copia que la hacía parecer una película de los años ’60... pero todo eso sumó a una mejor apreciación del material y le agregó muchísimo de sui encanto. Hace unos años la ubiqué en un DVD de excelente calidad editado por MGM... y está perfecto, pero no es lo mismo; al pan pan, al vino vino, y a la Clase B una edición de baja calidad.

Escribir sobre esta película me produce una sensación imposible de expresar en estas letras, siempre considero que formó una parte de mis gustos actuales, de esto que leen acá todas las semanas. Puede que ustedes la vean y no encuentren la maravilla que veo yo; pero estas cosas son así, no existe la objetividad en los ojos de un fanático.


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sábado, 8 de septiembre de 2012

INFAMES SECUELAS/CINE EN LISTA: Secuelas que no son secuelas


Es sabido el anuncio de una secuela puede ser un gancho gigantesco para espectadores indecisos, o aquellos deseosos de ver más sobre una historia que les gustó originalmente. A veces no importa si la película es mala o de dudosa calidad, si tiene un presupuesto ínfimo, o si directamente no tiene sentido (como lo demuestro semana a semana en la sección del viernes), crear una secuela de por sí es asegurarse un número de espectadores (aunque no siempre resulte), y eso puede ser irresistible para los productores.

Hay veces en que ese “gancho” no es más que eso, un gancho, un cazabobos digamos, en realidad detrás no hay secuela alguna. Hay varios casos de esos, y de todo tipo, desde las “secuelas” italianas de Dawn of the Dead (1978) tituladas Zombi 2, 3, etc.; o la secuela de  Soldado Universal (1992) estrenada en TV un año antes de que se estrene otra secuela en cines; o más simple casos en que si bien tienen título de secuelas en verdad no guardan ninguna relación con el original, sea el caso de las Amytiville, las Silent Nigh, Deadly Night, y Demonios 3 (Demons 3, The Ogre, 1987) – que en verdad es una conjunción de capítulos de una serie de TV dirigida por Lamberto Bava –.

Pero las cuatro películas de las que hablo hoy son otra cosa, acá no hay productores ávidos de un gancho falso; en este caso ni siquiera se pensaron ni se estrenaron como secuelas, es más, nadie las conoce como secuelas salvo los que apreciamos su edición para DVD/VHS en Argentina; es decir, es una mentira hecha y derecha de las editoras.
Alrededor del mundo existen varias de estas, por citar una, en España L’ultimo Squalo (1981) se conoció como Tiburón 3; pero en nuestro país solo recuerdo estos ejemplos en los que incurrió SBP Worldwide cuando a comienzos del nuevo siglo apareció el auge del DVD.



El Cocodrilo 2 nos quiere hacer creer que es una secuela de El Cocodrilo (Lake Placid, 1999) una comedia de terror dirigida por Steve Miner y protagonizada por Bill Pullman y Brigitte Fonda en la cual Betty White le daba de comer vacas a un cocodrilo estancado en un lago y al que la vieja usaba como mascota.
En realidad El Cocodrilo 2 es una producción muy clase b  llamada Cocodrile (2000) sobre unos amigos que se van de parranda, se embarcan en un bote y son atacados por el chobi del título. Para decirlo claramente, la película es horrible, aún más que la de Miner.
Lo llamativo de esto es que SBP estrenó esta pseudo-secuela antes que Gativideo estrenase la original en VHS; y eso no es todo, en 2002 Cocodrile tuvo su propia secuela y, por supuesto, los muchachos de la editora la titularon El Cocodrilo 3.
Por si a alguien le interesa, la original también tuvo dos secuelas varios años después conocidas acá por su título original en inglés.



Escape en Tren 2 es en verdad Daybreak (2000), pero los mismos chicos de antes nos quisieron hacer creer que se trataba de una muy tardía secuela del clásico de 1985 con Eric Roberts y John Voight.
En realidad Daybreak no tiene nada que ver con Runaway Train, en esta oportunidad tenemos a un grupo de delincuentes que toma un tren de larga distancia y a sus pasajeros como rehenes enfrentándose con la policía.
La película en verdad no es tan mala, más bien diría es pobre o mediocre, pero entretiene un ratito. Los protagonistas son Ted McGinley y Roy Scheider dando algo de pena en este tipo de productos.
Supongo que al ponerle el título de secuela de una película de quince años atrás abran querido atraer a un público adulto y memorioso, al que parece estar dedicada esta película sobre policías viejos enfrentándose a ladrones jóvenes y medio mamertos.



El Oso 2 podríamos decir que es la mejorcita de las cuatro, pero ni por casualidad es secuela de la súper producción dirigida por Jean Jacques Anaud en 1988.
En verdad se trata de Grizzly Falls (1999), una muy tierna película inglesa dirigida por Stewart Raffilll. Si bien no tiene la producción de la francesa y se nota que es algo directo a DVD o con poca difusión en salas, la verdad es que está realizada bastante dignamente.
La historia no se parece mucho al original, “la primera” era de esas películas semi documentales en la que se seguía a un oso durante unos años y se le encajaba una historia medio forzada e inventada (algo similar a lo que hoy hace Disney Nature). Esta “secuela” es sobre un niño que se pierde, es capturado por un oso, pero luego se hacen amigos y viven un par de aventuras.
Voy a ser sincero, me gustó más El oso 2, la del ’88 es medio soponcio, y la “nueva” es entretenida y tiene un lindo mensaje, además el director es el mismo de Mi amigo Mac, Mannequin 2 y Piratas del hielo, o sea es un capo.
Este es el caso menos comprensible para inventar una secuela, el público al que va dirigida es netamente infantil y dudo que alguno recuerde la de Anaud, pero bueh.



Por último, si El Oso 2 es la mejor de estas cuasi secuelas, Aracnofobia 2 es por lejos, lejísimos, la peor.
Esto que intenta ser una secuela del éxito de Frank Marshall realizado en 1990 no es más que Spiders (2000, nótese que todas son casi del mismo período) una producción a la cual el clase B le queda chico, ni siquiera Z.
Hay un experimento de la NASA que trabaja con ADN (¿?), lanzan un cohete (que es como una cañita voladora mojada) ¡¡¡¡y se estrella en un bosque!!!!. Hay una periodista medio estúpida interpretada por Lana Parrilla (la Reina de Blancanieves en Once upon a Time, serie que me encanta) que se mete donde no debe y se termina enfrentando a unas arañas gigantes que se mueven como títeres mal manejados, ah y además hay unos sobrevivientes del cohete medio deformes.
A ver, si en la muy buiena película de 1990 habia tensión y suspenso, acá hay ridiculeces, risas involuntarias, y ganas de pulsar el stop luego de los créditos iniciales. Decirle bodrio le queda chico, espanto sería más correcto.
Acá si es comprensible el título falso, es la única posibilidad de que alguien normal pueda interesarse por semejante cosa, igual mentir no está bien, jeje.
Spiders tuvo dos secuelas (la segunda estrenada el año pasado en 3D!!), pero ninguna se estrenó acá en DVD, por suerte.

Acá hay cuatro ejemplos de engaños al espectador, engaño llevado al máximo nivel, la pregunta es si realmente los clientes que las alquilaban realmente pensaban que eran secuelas; recuerdo que en mi caso no fue así, e igualmente me interesó ver qué había detrás... pero talvez me interesó ver cuál era el engaño, tengo que reconocer que el truco funcionó.
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jueves, 6 de septiembre de 2012

ÓPERAS PRIMAS: Sensualidad Morbosa


¿No les sucede a veces que ven películas de las cuales desconocen su origen, o cualquier otro dato? A mi sí, no sé cómo las consigo, cómo llegaron a mis manos, y menos como termino viéndolas; pero varias veces me llevé sorpresas.
Esto me sucedía más seguido cuando iba al videoclub, siempre buscaba ver algún “estreno” que se me había escapado de los cines, y junto a eso alquilaba alguna otra que desconociera, algo directo a video digamos.
Así fue como di algún día con el título Sensualidad morbosa (Sweet Kill, 1973), y no sé que fue lo que me llamó la atención (no creo que haya sido el título, jeje) pero la alquilé y la verdad es que me gustó mucho.



Durante mucho tiempo no tuve ni la menor idea de qué film se trataba, lo único que me acuerdo es que la edición del VHS no era argentina (sí, uno de los videoclubes a los que iba era genial), parecía mejicana, o algo así, y además de manera muy extraña tenía cortado los créditos tanto iniciales como finales; eran unos adelantos, un cartel sobreimpreso con el título en castellano y arrancaba la película que se cortaba ni bien terminaba la acción. Igualmente, el nombre quedó en mi memoria y mucho tiempo después pude averiguar de qué se trataba, su título original... y descubrí que es la ópera prima de Curtis Hanson producida (cuándo no) por Roger Corman.

Eddie (Tab Hunter) es un profesor de gimnasia que no logra estimularse sexualmente, o sea es impotente, el hombre tiene varias citas, se acuesta con prostitutas, y nada, un recuerdo reprimido sobre su madre le baja la libido digamos. Cuando en busca de ese placer mata por accidente a una mujer, el hombre se avispa de que ese es el modo para alcanzar su climax, de ahí a convertirse en un asesino serial hay un paso.
Eddie pasa de ser un hombre opacado y conflictuado a un ser oscuro que busca mujeres con intención puramente sexual y que las asesina para alcanzar el máximo placer.

Durante los ’70 se hicieron miles de películas con temática similar, personas reprimidas que encontraban en la muerte y el sometimiento del otro un placer que no alcanzaban con el acto sexual regular. Las hay muchas conocidas, realizadas por directores de renombre, y con más o menos producción; y Sensualidad morbosa (título con el que yo la conocí pero que puede llamarse vaya uno a saber cómo por acá) tiene algunos elementos destacables y otros que más bien la hunden.

Roger Corman de vez en cuando se arriesgaba con sus producciones y se estiraba un poco más con el presupuesto dando mayor libertad al realizador, pero este no es el caso. El mayor problema de Sweet Kill es este, la bajísima producción y la consecuente total economía de recursos, la película luce todo el tiempo encerrada, barata, opaca, ruinosa (y no como algo deliberado), tiene muchísimos problemas de sonido, algunos doblajes mal hechos, el resultado al verla es similar al ver algo filmado en una tarde, rapidito y sin posibilidad de estarse en detalles.
La cuestión es que hizo Curtis Hanson con esto que se le ofrecía, y la verdad es que logró bastante. El argumento a pesar de ser simple y directo, está muy bien estructurado y nos introduce y atrapa. Otro gran elemento es la marcación actoral, mucha de las actuaciones se notan principiantes, amateurs, pero aún así convincentes.
El director de La mano que mece la cuna (The Hand that Rocks the Cradle, 1992), película que los que me conocen saben que amo, realiza sus mejores obras cuando más se acerca al suspenso; y eso ya se nota en su comienzo.

La construcción del personaje principal es más que correcta, Eddie es un ser despreciable, repugnante, con una doble vida de moralina y perversión perfectamente marcada; y en eso colabora no solo una marcada dirección delineación desde el guión (que también es de Hanson), sino una interpretación increíble de Hunter. Este elemento es tan importante que nos hace creer que estamos ante un film importante.

La película tiene algunas escenas que pueden parecer delirantes, y hasta maneja una bajada de línea que por momentos puede llevar a la risa (sobre todo sobre la cuestión del consumo de marihuana, tan común en los films de la década); pero cuando se mete en el suspenso nada tiene que envidiarle a otras producciones mayores y más conocidas.

La película tuvo en recepción bastante pobre, aún para los cánones de Corman, y rápidamente Sweet Kill  desapareció de las salas, para luego tener otra oportunidad en la que se le cambió el título por A Kiss from Eddie y también The Arousers y se le agregaron algunas escenas pretendidamente eróticas (creo que este es el corte que vi yo en VHS). Con el tiempo y el reconocimiento que obtuvo el director (que dicho sea de paso nunca hablo bien de Corman y menos de esta película) junto al boca en boca, se convirtió en algo casi de culto, digno de ver pero que aún así es difícil de conseguir.

Sensualidad morbosa es una película rara, extraña, con muchos elementos de un film malo pero que algo en el medio hizo que no lo fuera, ese algo es la mano de un director que acá muestra sus primeras armas, su construcción de personajes que manejan la dualidad entre la moralidad/inocencia y un costado muy perverso, sus argumentos simples pero atrapantes, la construcción de climas verdaderamente tensos; en definitiva, todas marcas de autor. Bienvenido sea que haya podido descubrir de qué película se trataba y averiguar más sobre su historia.


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miércoles, 5 de septiembre de 2012

RAREZAS ARGENTINAS: Sex Humor Video


Creo que ya quedó bien claro por las reseñas que vengo haciendo en este blog día a día; igualmente lo repito, el formato de VHS marcó un estilo en el mundo del cine durante su auge en los ’80 hasta mediados/fines de los ’90; más aún con la aparición del concepto “Directo a Video”, películas de menor calidad, casi (o enteramente) televisivas, pero que sin embargo encontraban un público adepto muy fuerte.
Argentina no fue ajena a este auge, y así aparecieron algunas producciones como aquellas que produjo Roger Corman en nuestro país (y que no especifico porque pronto serán materia de alguna/s reseña/s), Despertar de Pasiones (1994), o Asalto y Violación en la Calle 69 (1991); todos títulos con alto contenido bizarro y que tienen ganado un lugar en mi corazón y en este blog próximamente.
Pero la película de la que voy a hablar hoy va más allá y se convierte en una rareza aún dentro de esas rarezas, es una comedia picaresca, es un film erótico, es un producto promocional, es una sucesión de sketch al estilo Matrimonios y Algo más, es una película de la que hay poquísimos registros y que talvez pocos recuerdan... es Sex Humor Video (ni idea de qué año es, pero calculo ’91 o ’92).



Como podrán sospechar con el título, la película está inspirada, promocionada, o como quieran llamarlo por la mítica revista de humor picante de los años ’80; y en el propio argumento esto es fundamental. La cosa comienza con Javier Portales que está casado con Mirta Busnelli, ambos quieren encamarse pero todo se les complica delirantemente, y como si fuese poco encuentran una revista (ya saben cuál) que los excita más y más; cada página se pone peor y peor, relatando historias eróticas que, por supuesto, vemos reflejadas en la pantalla.
Hay una actriz erótica que busca desesperadamente a un cadete; una paciente que erotiza a todos  los psicoanalistas a los que asiste; un hombre que sueña con una mujer perfecta desnudándose y ve realizado sus sueños por una máquina; y finalmente (y el más recordado y gracioso) una pareja que asiste a un hotel alojamiento en el cual mantienen relaciones frente a una hinchada que festeja cada acto... y hasta llega a participar.

El director es Alejandro Fernández, que tiene más experiencia en TV que en cine (o video en este caso, si quieren marcar diferencia), y en Sex Humor Video se nota mucho, la producción es puramente televisiva, el estilo de filmación, los encuadres, los decorados, los pocos exteriores, el uso de la iluminación, la narración episódico con un módico hilo conductor que es otro sketch en sí, todos nos hace suponer que en realidad estamos viendo, como dije antes, algún capítulo de algún programa humorístico.

Lo mismo sucede con los actores, todos (o en su mayoría) con gran trayectoria televisiva; Busnelli, Portales, Katja Alenmann, Hugo Soto, Camila Perissé, Liliana Pécora, y más Por lo tanto las actuaciones que entregan también tienen que ver con ese formato, con diálogos marcados y pensados para dar pie y remate cada cinco minutos... en fin, formato de sketch.

Aún así, todo no significa que la película sea mala, para ser sinceros no es graciosísima y el erotismo que muestra es promedio con el de cualquier producción de la época (se insinúa y se habla más de lo que se muestra), pero es disfrutable. Talvez como ese experimento raro que es, como una curiosidad, la cosa es que Sex Humor Video tiene su encanto y la hora y media de duración pasan rapidísimo, como si fuese un entretenimiento amable y digno de un estilo de época.

Los actores con mayor solvencia para el humor (que en definitiva es eso lo que es, una comedia), Portales y Bussnelli,  lógicamente logran mejores resultados, y los que saben sacarse la ropa como ninguno (o ninguna en este caso), Perissé y Alemann (Busnelli también lo hace, pero bueh, es muy buena actriz),  lo hacen con la ligereza de siempre. Y en el medio está Hugo Soto que nunca se definió entre ser un actor dramático o uno de comedia, y la verdad es que acá hace una composición entre exagerada, incómoda, y extraña.

Un dato a remarcar es que los guionistas de los episodios son los mismos que trabajaban en la revista, que en verdad se desprende de la Sex Humor Ilustrado (una “versión” de la revista pero con historietas ad hoc), entre ellos Maicas, mítico historietista y uno de los guionistas de la ya legendaria Clara de Noche del suplemento No  de Página 12. Este aporte le agrega mucho a la película, ya que en verdad desde un principio se buscó llevar a la acción real las historias que antes veíamos en ilustraciones.

Hacía muchísimo que quería hacer esta reseña, casi desde que empecé con el blog en la primer etapa, pero nunca me animé por la escasísima información que hay sobre la película (no figura en casi ningún registro cinematográfico online, por ejemplo); en buena hora me puse a escribirla apelando a lo poco que me acuerdo de ella en las noches que pudimos verla con mi hermano cuando I-Sat la emitía muy pasada la medianoche ( en videoclub siempre la veíamos pero nunca nos animamos a alquilarla).
Por todo esto es que me llama la atención la casi nula mención que tiene, en definitiva es un noble producto, muy característico de una época, muy propio de su estilo, y una comprobación de que Argentina tampoco escapó a esa moda del cine hogareño. En fin, sin dudarlo, merecería una revisión inmediata, aunque sea para saber de qué año es.

AH!, SI ENCUENTRAN ALGÚN VIDEO ME LO HACEN LLEGAR...
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martes, 4 de septiembre de 2012

BANDAS DE SONIDO GLORIOSAS: Secretaria Ejecutiva


Hoy es el “día internacional de la secretaria”, y en un dechado de originalidad se me ocurrió hablar de la película más emblemática sobre esta profesión, Secretaria Ejecutiva (Working Girl, 1988); otra de esas que valen más por su banda sonora (específicamente por una canción) que por el resultado del film en sí.



Esta bien, podría haber escrito también sobre La Secretaria (The Secretary, 2007), pero esa no tiene una buena banda sonora y encima ya saben que no soporto el pseudo-erotismo estadounidense y menos cuando se creen osados al tratar temas como sadomasoquismo de una manera estúpida; así que pasemos a la película que nos importa hoy.

Esta película dirigida por el experimentado Mike Nichols es algo así como un canto de amor al mundo de los negocios, casi una respuesta a Wall Street (1987), estrenada un año antes. Es que el tema estuvo muy en boga durante esa década (de la cual parece que no puedo/quiero salir en este blog) en la cual el dinero pasó a ser el valor más importante; y acá ese mensaje queda bien claro.

Tess McGill (Melanie Griffith haciendo abuso de hombreras antes de abusar del alcohol y las drogas) es una chica recién graduada que busca hacerse un lugar en la gran vida comercial, su único objetivo es el triunfo económico; pero se encuentra atada a un novio (Alec Baldwin) que parece no querer esforzarse y termina perjudicándola a ella.
Tess no se queda en el molde y consigue trabajo como secretaria de una verdadera mujer de los negocios, Katharine Parker (Sigourney Weaver) una mujer tan hábil con los billetes como arpía para con sus empleados. Igualmente Tess parece confiar en ella y es así como le confía su plan para un negocio, plan que Katharine roba y lo utiliza como suyo.
Pero esta secretaria tendrá su oportunidad de vengarse y hacerse un lugar cuando durante unas vacaciones en la nieve su jefa se fracture una pierna; y la chica, muy calladita y modosita, primero por confusión y luego por aprovechamiento, tomará su lugar haciéndose pasar por la imponente Parker.
Como no todo es negocios en la vida, Tess conocerá a Jack Trainer (Harrison Ford) otro hombre de negocios que tiene las peores referencias de Katharine, pero que cuando la conozca (con el rostro de Tess, obvio) nacerá el amor... y además la ayudará a introducirse en el mundo masculino del comercio.

El argumento oscila entre una simpleza importante (lleno de lugares comunes) y un mensaje algo despreciable; pero si uno deja su cerebro a un costado puede disfrutar de una comedia agradable, con un toque romántico que no le viene mal (aunque la química de la pareja para mí no es la mejor).
Más allá de la parejita las que se roban el asunto son Sigourney Weaver, con los momentos más graciosos haciendo de podrida, y Joan Cusack (una actriz que debería tener mucho más reconocimiento) como la amiga incondicional de Tess. El personaje de Parker marcó un camino para lo que serían un sinfín (tanto en cine como TV) de mujeres jefas malvadas, ya es sabida la ductilidad de Weaver para la comedia, y acá el rictus serio y medio machona le ayuda bastante, su interpretación es memorable. En cuanto a Cusack se repite en su rol de segunda detrás de la protagonista en film romántico, pero lo hace taan bien, simplemente es adorable.

En cuanto a lo técnico, la película es aceptable, no muy destacable, promedio. El mundo de la Bolsa de Comercio es mostrado con cierta frialdad al principio y luego como algo amable, una posibilidad para hacerse un lugar (algo similar a lo que sucede en El diablo viste a la moda – film que le debe mucho a este – ).

Pero lo importante acá es la banda sonora, la película abre y cierra con una de las canciones más emblemáticas de los ’80, Carly Simon interpretando Let the River Run junto al coro Santo Tomás, una oda al levantarse, al salir adelante y no bajar los brazos... y una canción adorada por todos los grupos corales.
Esta canción (que se convirtió en el más conocido de la cantante y la dio a conocer en todo el mundo) rápidamente alcanzó el n°1 de varios rankings, y figura entre los 10 primeros lugares en cualquier lista de “mejores soundtracks de la historia”.

Además de Let the River Run, durante la película se pueden escuchar cuatro canciones más de Simon, dos de ellas instrumentales In Love y The Scar, y otras dos que tratan sobre situaciones específicas en el argumento Carlotta’s Heart y Looking Through Katharine’s House.
También hay canciones de The Pointer Sisters, Chris De Burg (con su mítica Lady in red) y Sonny Rollins.

Tanto la película como el soundtrack tuvieron un éxito enorme lo que llevó a que en 1990 una desconocida Sandra Bullock interpretara a Tess McNeill en una ignota serie de TV (del mismo nombre que la película), que por supuesto duró solo una temporada.

Otro de los Spin-Off que tuvo (y acá viene mi anécdota personal) fue una “peliculita” para Cine-Graf que yo mismo hice ¿?. Pasa que tenía (todavía tengo) este magnífico “juguete” (me duele decirle así) de un proyectorcito, y junto a mi hermano le hacíamos peliculitas en papel de calcar; yo escuché el nombre de Secretaria Ejecutiva, y sin ver la película ni mucho menos, realiza una secuencia de cuatro o cinco cuadritos de una mujer (en forma de palito, yo era muy chico) sentada en un escritorio con una máquina de escribir... y nada más. Anécdota bastante tonta, innecesaria, pero que a mi y a mi hermano nos gusta.

Secretaria Ejecutiva es una película que ejemplifica a la perfección el mundo en el que se vivía durante los ’80 cuando la ambición tomó un lugar preponderante; y su banda sonora es otro ejemplo de esto con su idea de una nación que se levant6a día a día a pelearla. Entonces, acá va mi humilde saludo a esas personas (secretarias y secretarios ¿por qué no?) que aspiran a ascender y trascender, feliz día.


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lunes, 3 de septiembre de 2012

CINE EN LISTA/ RECUERDOS DEL VHS: LOS INDESTRUCTIBLES PARALELOS


Hace tres semanas se estrenó en nuestro país Los Indestructibles 2 (The Expendables 2, 2012) la secuela de esa reunión de “grandes” héroes de acción de los ’80 y ’90 (más el agregado de algún actor de “la nueva generación”); y hace una semana en la sección del blog sobre listas me pidieron que haga una relacionada con estas películas.
La cosa es que, como saben los que siguen este blog desde el principio, no soy exactamente un fanático de esta “saga” (acá les dejo mi comentario de la original AQUI); pero la persona que me lo pidió sabe que es muy especial para mi y no puedo negarme a un pedido suyo. Estuve toda la semana en qué podía hacer, y esto es lo que salió...



El cine de acción de los ’80 y ’90 está muy atravesado por la “cultura del VHS” (como intento explicar en mi sección de los lunes y por eso la incluí acá también), esto implica una gran preponderancia de films clase B en el género... y eso para mi es lo que le falta a la franquicia craneada por Stallone. Por eso, acá le doy una ayudita (¿?), y pienso en qué actores debería haber incluido para representar a LOS VERDADEROS INDESTRUCTIBLES DE LA ACCIÓN CLASE B (quién te dice, por ahí algún “creativo” de productora berreta me lee y lo lleva a cabo ¿?)


En lugar de Silvestre Stallone, incluir a MICHAEL DUDIKOFF en el rol de Barney Ross



Este californiano simplemente fue durante la segunda mitad de los ’80 el rey de las películas de acción clase B. Su película más recordada es Guerrero Americano (American Ninja, 1985), en la que interpretó el rol más común durante toda su carrera, el del ninja con aspecto norteamericano que le hacia frente a legiones de orientales malvados.
Otra de sus películas conocidas es La fuerza de la venganza (Avenging Force, 1986) en la muestra su otra faceta de armas tomar.
Ya en los ’90 le tomo el gustito a las películas bélicas directo a VHS hasta que su carrera quedó sepultada, o casi, cada tanto se lo ve en alguna cosa para DVD.
Al igual que Sly alterna las piñas con metralletas, además de equipararlo en fama (bueno, estoy exagerando); por eso es ideal para este rol.

En Lugar de Jasón Statham, incluir a KURT McKINNEY en el rol de Lee Christmas



A McKinney le alcanzó con una sola película para hacerse conocido al igual que a Statham y su eterna repetición de El Transportador (2002).
Kurt es más conocido como Jasón Stillwell el héroe de Retroceder nunca, rendirse jamás (No Retreat, no surrender, 1986), y aunque el personaje más conocido de la película es el villano interpretado por Jean Claude Van-Damme, algún fanático lo debe tener presente seguro.
Influenciado por el espíritu de Bruce Lee, Stillwell se enfrentaba a una banda de crimen organizado liderada por el ruso Ivan (Van-Damme) a pura piña y patada... y sin que el sudor le arruine el aspecto. En esto último también se parece a Statham que siempre interpreta a un duro con sex appeal, y en Indestructibles es directamente el carilindo.
La carrera cinematográfica de McKinney nació y murió con Retroceder..., igualmente pudo vérselo como secundario en Sworn to justice junto a Cynthia Rothrock.

En lugar de Jet Li, incluir a BOLO YEUNG en el rol de Yin Yang (perdón ¡que nombre pelotudo!)



Bueno acá directamente Yeung fue el primer asiático ochentoso que se me vino a la cabeza.
Este maloso de nombre real Yang Sze obtuvo su “nombre artístico” por el personaje que interpretó en Operación Dragón (Enter the Dragon, 1973) en el que se enfrentaba a Bruce Lee. Ya en los ’80 se popularizo como el villano que combatía a Van Damme en El gran Dragón Blanco (Bloodsport, 1998) y Doble Impacto (Double Impact, 1991); para luego ser el maestro de Shootfighter (1993).
Si bien al contrario de Jet, Bolo se hizo famoso por roles de villano, ambos comparten la economía de expresiones y la carencia de clases de actuación. Pero a la hora de la pela, Yeung le hubiese dado una buena paliza al blandito de Li.

En lugar de Dolph Lundgren, incluir a FRANK ZAGARINO en el rol de Gunnar Jensen (el personaje que más me gusta y que deberían explotar mucho más)



Simple y directo, Zagarino se parece mucho físicamente (y actoralmente, ejem) a Dolph Lundgren, aunque talvez no sea necesario remplazarlo, Lundgren es un astro clase B, pero bueh, sigamos.
Este actor (que llegó a actuar en Argentina en una película que pronto incluiré en mi sección de los miércoles) logró popularidad con su personaje de androide en la saga Shadowchaser (Project Shadowchaser) y más tarde en Operación Delta Force (1997).
Zagarino se encasilló en el rol futurista de Shadowchaser y terminó protagonizando miles de películas iguales de Ciencia-Ficción espacial, cada con menos presupuesto que la anterior; igual el tipo se la banca y mucho, y el rictus robótico le sale perfecto.

En lugar de Randy Couture, incluir a DENNIS ALEXIO en el rol de Toll Road



El integrante con menos participación de la banda de Barney Ross puede ser interpretado por este luchador de Kickboxer que en los ’80, cuando era considerado el mejor en lo suyo (no se verseo, averigüen) incursionó en el cine en una sola película pero que inmortalizó su figura, es Eric el hermano de Van Damme en Kickboxer (1989), aquel que pintaba como gran combatiente pero que a la primera de cambio dejan paralítico y lleva al héroe belga a buscar venganza. Después de esta película, Dennis no volvió a filmar otra película, pero regresó a los torneos como una estrella ¿?.
Vale aclarar que Randy Couture también accedió al cine previo ser un campeón en distintas disciplinas de lucha; y la carrera actoral del pelado, por ahora, no es mucho más rica que la de Alexio.

En lugar de Terry Crews, incluir a STEVE JAMES en el rol de Hale Caesar (otro de los personajes que más me gustan y que necesita más presencia)



 Todo bien con Crews, me cae muy bien, pero Steve James podría haber estado en su lugar perfectamente, salvo por un detallito claro, murió en 1993, pero hoy con el CGI hacen cada cosas...
James comenzó su carrera como doble de riesgo en varias películas, y en los ochenta su nombre cobró peso como “segunda figura” detrás del héroe principal en films tan conocidos como El guerrero Americano, La fuerza de la venganza, y Fuerza Delta (The Delta Force, 1986).
Steve tenía mucha onda, no actuaba tan mal, y encima era un maestro de las artes marciales, se lo extraña ¿?

En lugar de Arnold Schwarzenegger incluir a OLIVIER GRUNER en el rol de Trench



Este frances que brilló en la clase B estadounidense (y filmó mucho también en Europa), es como un Schwarzenegger de segunda selección. Ya me referí a Némesis (1992) – su película más conocida – la semana pasada, y ahí interpretaba a una suerte de T-800 pasado de resaca; además tiene un rictus muy similar al del ex Gobernador de California, por lo que es perfecto para tomar su lugar.
Otro de sus títulos más conocidos es Mercenario (Mercenary, 1996) en la que se parece nuevamente a Arnold durante Comando (Commando, 1985).
Actualmente se eternizó en su rol de androide para varias producciones de exiguo presupuesto, y sus apariciones son cada vez más escasas... otra cosa que lo hace ideal para actuar en Indestructibles, total debería aparecer muy poco.

En lugar de Bruce Willis, incluir a JEFF SPEAKMAN en el rol de Church



Este actor se parece poco y nada a Bruce Willis, pero bueno como esta retirado y Church aparece casi nada en la película, casi no pelea, y su importancia es insignificante, bueno podría interpretarlo aunque sea de favor.
Este señor se hizo conocido como campeón en el arte del Kempo, un arte marcial muy específica, y de ahí tentó a los productores que lo llevaron a montones de películas clase B en las que siempre interpretaba a algún policía que utilizaba tanto armas como patadas.
Sus películas más conocidas son El arma perfecta (The perfect weapon, 1991), Dueños de la calle (Street Knights, 1993) y Timelock (1996, una bizarreada que nadie debería dejar de ver).

En lugar de Mickey Rourke, incluir a JOHN BARRETT en el rol de Tool



Siendo sinceros a este efímero personaje lo podría interpretar cualquiera, hasta Morgan Freeman o Desmond Lewelyn (el eterno Q de 007), para lo único que sirve es para proveer de armas al resto, punto.
Al igual que en ítem anterior, Barrett está retirado, por lo que podría intervenir acá como puro divertimento sin ningún desgaste físico.
El hombre es más conocido como doble de riesgo en varias películas clase B, pero protagonizó un par de películas conocidas como American Kickboxer (1991), y To the Death (1993) en las que se cansó de moler a golpes a una parva incontable de malosos, un groso.

En lugar de Chuck Norris, incluir a MICHEL QISSI en el rol de Booker



Michel Qissi es otro campeón de artes marciales, el dato es que el igual que Van Damme su origen es belga, y además se conocen y son amigos desde la infancia; por lo que presupongo que este último le podía haber pedido a Sly que lo incluyera en un personaje tan al pedo como el de Norris en la secuela.
A Qissi se lo conoce por su rol de Tong Po en Kickboxer, pero además actuó en otras como El gran Dragón Blanco, Terminator woman (1993, sííí, se llama así), Bloodmatch (1991), y To the Death. El tipo tiene mucho aguante aunque actuando es aún más duro que su amigo.

En lugar de Steve Austin, incluir a HULK HOGAN en el rol de Paine



El milico maluco de Indestructibles 1 tenía dos secuaces en su séquito, uno era Gary Daniels (al que no me animo a remplazar porque él mismo es uno de los mayores astros de la clase B noventosa – su personaje debería tener muchísima más trascendencia –) y el otro Steve Austin, conocido por ser un luchador de la WWF... ¿y quyién es el luchador de la WWF más conocido de la historia? Sí, el rubio Hulk Hogan.
Talvez este sea el nombre más conocido de los que incluí, sin embargo su carrera actoral no es muy rica (lo que se entiende, es de madera), su película más conocida es, claro, Rocky III (1982) aunque su papel no es muy trascendente; luego hizo varias películas infantiles tristísimas, y como héroe de acción para adultos una de sus pocas películas es The Ultimate Weapon (1996). Talvez de haber actuado en Indestructibles su carrera actoral hubiese tomado vuelo (o no, Austin aparece muy poco).

Por último (ufff), en lugar de Erci Roberts/Jean Claude Van Damme, incvluir a BILLY DRAGO en el rol del villano de turno.



Este actor con apellido de sifón de soda es EL villano de la acción clase B, su sola aparición ya hace que la película sea mejor, por lo que es inentendible que no lo hayan convocada para la reunión.
Billy es un actor todo terreno, intercala algunas películas importantes como El jinete pálido (Pale Rider, 1985) y Los Intocables (The Untochables, 1987) con cosas tan geniales como Invasión USA (1985), Fuerza Delta 2 (Delta Force 2: The Colombian Connection, 1990), Cyborg 2 (1993), y Lunercop (1995, otra cosa que nadie debería dejar pendiente), entre millones de otras.
Además de ser muy prolífico, el señor es el villano con más onda sobre la Tierra, actúa en films bélicos, de artes marciales, de ciencia-ficción, de terror, de hechicería, lo que venga... y casi siempre sin ensuciarse las manos, sus personajes saben rodearse de matones que pelean por él mientras se dedica a reir maliciosamente; lo dicho, un capo.


En fin, ya voy terminando con este lista interminable y recupero lo que dije en el encabezado, a mi parecer la saga de Indestructibles seria mejor si hubiesen convocado más estrellas de la época gloriosa del directo a VHS, la mítica acción clase B. A mi entender, el argumento tanto de la original como de la secuela está más brindado a este tipo de películas de bajo presupuesto que a los films que protagonizaban hollywood stars como Sly, Arnold, Bruce Willis, y Van Damme (cuando lo captaron los grandes estudios), por eso alguno de los actores de esta lista serian necesarios.
No sé si la homenajeada Julia Helbling estará de acuerdo conmigo, o por lo menos que sienta complacido su pedido.

LA LISTA QUEDA ABIERTA Y HAY UN MONTÓN DE ACTORES QUE PODÍA HABER INCLUIDO ¿Y USTEDES QUÉ OTRO/S ACTOR/ES RECUERDAN COMO HÉROES DE ACCIÓN B DE ESA ÉPOCA?... Espero respuestas.

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