miércoles, 10 de febrero de 2010

Racconto de los últimos cuatro meses



Antes que nada, hago el anuncio: VOLVÍ. Después de cuatro meses en que no escribí nada y prácticamente me desconecté de internet (por fuerza mayor, me quede sin proveerdor), ahora pienso volver con asiduidad. Después de todo, desde principio no habia prometido continuidad...


En estos cuatro meses pasó bastante... bueno algo; finalmente no me recibí de abogado, me quedo colgada una materia porque levantaron la cátedra (espero poder darla ahora y finiquito), sigo sin encontrar ningún laburo afín, volví a mi regularidad en las salas de cine (después de un Agosto/noviembre funesto); y si, vi mucho cine; veamos detalladamente.


Diciembre me esperó con una gran vuelta a las salas, fui a ver Los fantasma de Scrooge, claro en 3D. La verdad, muy buena, luego del paso en falso de Beowulf, Robert Zemeckis volvió a dar un gran film de captura de movimiento, al estilo de la suprema El expreso Polar; lo único para achacar, un poco lúgubre (sobre todo el primer fantasma) y no poder verla en ingles con la inigualable voz de Jim Carrey. En cuanto a la animación, mejora a pasos agigantados, ya no parecen esos zombies de la primera experiencia con Tom Hanks, cada vez hay más vida en esos ojos.


En el medio vi Bienvenidos al país de la locura (un horrible título local), una genial comedia francesa con dos grandes como Kad Mehrad y Dany Boon (que también escribe y dirige); lamentablemente tuvo un paso muy fugaz por nuestras salas, es más ya la están dando por Moviecity, casi al mismo tiempo que sale el dvd, y bueh... esta sí la recomiendo, si tienen la posibilidad no la dejen escapar.


También vi Identidad sustituta, tan liviana como una bocanada de aire, eso sí, un aire medio contaminado. La peli no esta mal, pero... no se, quiere decir algo y se pierde en el camino, entre mucho fuego artificial y peluquines horrendos. Se pretende defender a la humanidad por sobre los robots, pero resulta que los malos son humanos que matan robots, ¿en qué quedamos?, prácticamente ya la olvidé.


Saliendo e la pantalla, por mediados de diciembre me compré, por fin, los dos tomos de Un diccionario de films argentinos, de Raúl Manrupe y María Alejandra Portela. Me acuerdo que esos libros me volvieron loco cuando me los presentó la bibliotecaria amiga de mi secundaria, se los debo haber pedido prestado cerca de veinte veces; en ese momento (sólo el primer tomo) estaba fuera de mi alcance, y lo fotocopié (sí, fotocopié un libro, y tengo pelis piratas y vi alguna por internet, que se le va a hacer), pero no podía haber sido peor, mal compaginado, le faltaban páginas, impresentable (perdón Diego que te regale la fotocopia). Ahora me di al gusto, y sé que parece tonto, pero lo leo como una novela, película por película, me lo lleve de vacaciones a la costa y todo (no me imagino lo ridículo que debo haber quedado leyendo ese “mamotreto” en la playa). Sueño cumplido.


Volviendo al cine, conocí otra sala (las del Village Caballito) y vi Mis estrellas y Yo, otra vez, comedia, otra vez Francia, otra vez Kad Mehrad, otra genialidad... otro paso fugaz por las salas; otra vez, si la dejaron pasar, aprovechen la oportunidad.


Y llegamos al 2010, y a Avatar; la verdad no le tenía confianza cuando vi el adelanto, pero me encantó, una trama muy simple, pura aventura, y majestuosidad visual. Hay muchos que achacan chatura, pero yo no espero encontrar a Woody Allen cuando veo una de James Cameron, los dos geniales, pero distintos.


Y hablando de Woody, luego de quince días de playa y nada de cine (estaba demasiado lejos de un cine con muy pocas atracciones – Luna Nueva o Sherlock Holmes- ), vuelvo a lo grande viendo Toy Story 3D, la verdad, el 3D no aporta mucho, pero ver esa obra maestra en cine y que parezca nueva, no tiene precio; juro que cantaba en la sala como un chico.


Más tarde ese mismo día vi La princesa y el sapo, por el solo hecho de ver una de Disney en animación tradicional, y porque la sala estaba al lado de la 3D... y me colé (sí, no soy una persona decente, sumo otro delito a los mencionados antes). La peli esta bien, rescata un espíritu antiguo, buenas canciones de musical, historia rosa, y todos felices.


Ya terminando con este racconto, vi en cable La madre de las lagrimas, de Dario Argento, que termina con la trilogía de las madres; y tiene todo lo que uno espera de una de Argento: sangre, tanas en bolas, sangre, Asia Argento y sus tetitas, sangre, clima sombrio, sangre, muertes muy absurdas (no se pierdan a la que ahorcan con sus propias tripas), sangre, y mucha incoherencia; pero al final es divertida, no tiene lógica, pero es una de Argento y es digna hija de su padre, es un festín para amantes del gore y el giallo italiano.

Eso fue todo, o casi todo, describí solo algunas películas de las muchas que vi, y yo sigo igual, tan amante del cine como antes, pero eso sí, con nuevo proveedor de internet y ganas de poder seguir escribiendo.
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