lunes, 15 de noviembre de 2010

Gana la mayoría

A la hora de sentarme, como estoy ahora, a escribir estas reseñas a veces es complicado pensar de qué hablar, qué decir.

Se supone que aquí yo trato de plasmar un poco cuales son mis gustos cinematográficos, comentar lo que estuve viendo en los últimos tiempos, y si se quiere (y puede, y resulta mínimamente interesante) relatar en qué entorno vi esas películas.


Durante la primera mitad del año estuve viendo mucho cine artístico, experimental, aproveché para recorrer algunas salas fuera de un circuito más comercial; como pueden ver en las entradas de meses anteriores, mucho cine francés.

Pero luego, precisamente a través de este blog y Facebook, conocí a un grupo de amigos y empecé a salir al cine con ellos. Es lógico que uno no puede “obligar” al otro (y más cuando son más de uno) a ver lo que uno quiere, la película la elige el grupo y allá vamos todos...

Eso es lo que me llevó en los últimos meses a ir a ver al cine estas películas que voy a comentar ahora.


Cuando una película gana adeptos, y hasta crea fanáticos seguidores, es muy difícil clasificar a esas películas, analizar qué es lo que lleva un número importante de público a sus salas... y más aún cuando ya hablamos de franquicias.

En cuestión de semanas estuve viendo Resident Evil 4: La resurrección, El Juego del miedo VII 3D, y en días voy a ver Harry Potter y las reliquias de la muerte (Parte I), tres películas que no estaban que no estaban en mis planes hasta hace muy poco... y es más, hasta tuve que ponerme al día viendo en DVD u Online, RE3, El juego... 5 y 6, y HP 5 y 6...

¿Cuál es mi impresión de estas películas? No es una tarea fácil, Resident Evil 4 y El juego del miedo VII fueron tratadas de manera muy dura por la crítica, pero en definitiva uno tiene que pensar que sus posibles espectadores fueron, en su gran mayoría, los espectadores de los “capítulos” anteriores, por lo tanto se supone que ya están de por más “advertidos” de qué se van a encontrar, y las eligen.

¿Se puede decir que son buenas películas, qué valen la pena, qué tienen algún mérito más allá de la simple repetición? Pues veamos...


La franquicia de Resident Evil proviene de un videojuego homónimo sobre el ataque zombie en una ciudad llamada Racoon City (si, Ciudad Mapache).

En su adaptación a la pantalla grande, Milla Jovovich viene componiendo a la protagonista de la original y todas las secuelas, Alice, un persponaje que no aparece en los videojuegos, y alrededor de ella, si, película tras película, se suceden personajes y elementos de este.

En este caso, el atractivo era poder ver una de estas películas en 3D, ver balas, cuchillazos, patadas, y zombies “saliendo” de la pantalla, y en ese sentido la película cumple.

Luego de haber enviado a varios de sus compañeros sobrevivientes en busca de Arcadia, un lugar aparentemente libre de contaminación de muertos vivos, Alice se dirige a la propia Umbrella Corp. (si, Corporación Paraguas) creadora del virus T, el de la conversión humanos/zombies, para terminar con todo de una vez por todas. Una vez allí será engañada, perderá algunos superpoderes ¿?, y sobrevivirá para ir ella también a Arcadia, claro que no sin antes cruzarse con una nueva orda de muertos sedientos de carne, los amigos de antes, y un nuevo personaje a cargo de Wenworth Miller (el cual parece que extraña los tiempos en que estaba encarcelado en Prison Break), un presidiario que oculta algún secreto... o sea, la trama es una excusa para entregarse a lo que los seguidores quieren ver, mínima introducción, ataque zombie, aparición de Alice, combate zombie, intermedio, combate con zombies, otro intermedio, combate con zombies, y así...

El director de esta entrega es el experimentado en película pochocleras de segundo nivel Paul W. Anderson, esposo de Jovovich, director de la primer entrega, y guionista de todas... aquí Anderson tira toda la carne 3D al asador, por eso tal vez esta sea la más tecnológica, pero a su vez no es la que más combates tiene, en el medio del film hay bastantes escenas en las que se intenta contar la historia, y el problema es que no hay mucho que contar... igualmente los ataques seguirán llegando y ahí sí será el deleite de lo que los espectadores fueron a ver.

Baches narrativos, incongruencias, escenas increíbles (en el mal sentido de la palabra); pero en definitiva se trata de una película de Resident Evil y lo que promete no es encontrarnos con la nueva obra del cine vanguardista, sino sobresaltarnos con los tiros, los muertos vivos, los bichos, y brindarnos la mayor acción posible; y de eso hay, y bastante.
Lo único realmente atacable aún para los seguidores, es haber abandonado cierta estética de western retro-futurista (a lo Mad Max) que Russell Mulcahy (Highlander, uno de esos directores que saben ponerle un plus a films netamente pochocleros) le imprimió a la tercera entrega y que la hizo, por lo menos, diferente.
El final, con una sorpresa – se recomienda no leer los créditos finales porque se arruina la sorpresa – promete nueva secuela, y según los productores, la última (si, claro).


Dos semanas después fui a ver El juego del miedo VII, y la cosa va más o menos por el mismo lado. ¿Hay alguien que no sepa que estas películas se tratan de un par de juegos de tortura física bastante explícitos – para la actualidad -?.


Con esta saga, menos que menos la puede ver alguien que se haya perdido las partes anteriores, la trama que se desarrolla a través de todas, tiene cierta “complejidad” que haria perderse al que llega desprevenido, claro que de última queda ver una sucesión de juegos macabros sin ninguna conexión entendible.
Al decir complejidad, tampoco es que me refiero a un gran ingenio, son un par de vueltas de tuercas, supuestas sorpresas que se dan en cada uno de los films, y no mucha lógica aunque si enmarañamiento.

(SI NO VIERON LAS OTRAS PARTES Y PRETENDEN HACERLO NO LEAN EL PÁRRAFO QUE VIENE) Luego de que en la sexta entrega nos enteráramos del juego de traiciones del detective Mark Hoffman (Costas Mandylor), y que Jill (esposa del Jigsaw original, John Kramer) fue la encargada de matarlo en uno de esos jueguitos... acá arranca una nueva etapa, ya desde el comienzo (por lo que no se adelanta gran sorpresa – hasta se insinuaba al final de la sexta -) sabemos que la muerte de Hoffman no fue tal. Jill (Betsy Russell) denuncia ante la policía que el detective era el nuevo asesino a cambio de protección... pero un nuevo juego comienza, ufff. En esta oportunidad hay un supuesto sobreviviente a los juegos de Kramer y Cia. (Sean Patrcik “Indy adolescente” Flannery) que escribió un libro de autoayuda relatando como se sobrepuso a esos horribles hechos, y hasta maneja un grupo de contención para ex víctimas de Jigsaw. Bueno, el sobreviviente no lo es tal y por eso caerá en el nuevo juego en el que deberá pasar varias pruebas salvando o asesinando a distintas personas relacionas a él y su “mentira” (esto ya lo vi cuatro veces).
Por lo tanto más de lo mismo, se intenta dar una vuelta de tuerca más a un tornillo que ya parece falseado y por más que gire no ajusta... pero están los juego en cuestión (un poco menos cruentos o explícitos que los anteriores), y el 3D claro; tripas, achuras, sangre, pedazos de vidrios, machetes, cierras, tetas, todo es arrojado hacia el espectador, haciendo a diversión de los que fueron a buscar eso (¿la mayoría? ¿todos?).
Un supuesto final sorpresa, más cantado que la mierda, promete nueva/s partes, infinidades de partes (aunque hace ya dos partes que tienen prometiendo que es la última), con una excusa gastada, pero aparentemente rendidora.
A su favor tiene algunos puntos de contacto con la primera entrega en el hecho de no centrarse tanto en los juegos, sino también en la trama de suspenso.

Baches narrativos, incongruencias, escenas increíbles (en el mal sentido de la palabra); pero en definitiva se trata de una película de El juego del miedo y lo que promete no es encontrarnos con la nueva obra del cine vanguardista, sino sobresaltarnos con las torturas, sangre, algunos desnudos, laceraciones, carnes al rojo vivo... ¿esto no lo escribí antes?.

Ahora lo realmente increíble es que todavía siga apareciendo John Kramer en la piel de Tobin Bell siendo que en la tres ya se muere. Las excusas para ponerlo una y otra vez (y encima hacernos creer que es el potagonista con una aparición de 10 minutos por película) cada vez son más patéticas, y la de esta ya roza lo ofensivo a la credulidad.



En definitiva, son dos cintas difíciles de criticar, ¿si son buenas películas? Probablemente desde lo objetivo no, pero son sagas que ya cuentan con sus seguidores, que aceptaron sus reglas, que ya saben lo que se van a encontrar y esperan bastante de repetición, y desde ese punto no se puede decir nada; las dos cumplen con lo que se promete, más y más, continuar, agregar un nuevo número a lo ya visto, y esperanzar con seguir incorporando...

Dentro de dos semanas le toca el turno a Harry Potter, otra que no estaría entre mis preferidas, pero hay que ver, las salidas con amigos le agregan un gusto especial.

El fiasco de turno

Aparentemente Facebook no solo sirve para hacer buenos amigos con los que ir al cine, o poder tener una ampliación del blog (¡¡¡Si, No puedo dejar de ver cine está en Facebook también!!!), sino también serviría como base para realizar películas de segundo nivel y promocionarlas como si fuesen el nuevo Citizen Kane.


En realidad Red Social no es una película sobre Facebook, sino sobre su creador, Mark Zuckerberg, sobre como un nerd de universidad termina siendo un multimillonario no sin antes pisar varias cabezas, o no.

La película se plantea como un thriller, un film de intrigas, lo-que-hay-que-ver-para-entender-a-los-jóvenes-de-hoy, una historia de traiciones, ambiciones... y no se cuantas pavadas más. En el fondo no deja ser un una especie de biopic más digna del film de la semana de un canal de cable. Esto no seria tan grave si no fuese porque detrás de cámara se encuentra David Fincher, un director que claramente está para más que esto.

Algo similar había sucedido con el fiasco del mes pasado, Enterrado; Red social es un film mediocre pero con muchísima publicidad detrás, crítica inflada, posibilidaes de ganar los premios de siempre, y comparaciones (insultantes) con films como La ventana Indiscreta o Ciudadano Kane, o sea...

La película intenta captar público de dónde sea, cómo sea. Se aprovecha de la red social informática más popular (¿para cuándo Dreamworks sacando la película del pajarito de Twitter?), intenta llevar jóvenes con un elenco de caras reconocibles entre los que se encuentra el ex N’Sync Justin Timberlake, tiene un buen director como para asegurar calidad (no la hay), y los críticos cumplen con su parte posicionándola como un clásico a futuro (si, claro).

La historia es la de Zuckerberg (Jesse Eisemberg) un estudiante universitario muy retraído, con un solo amigo (Andrew Garfield, el próximo Spider Man por lo que las promociones siguen...), y una novia a la que no presta mucha atención (Rooney “soy la nueva Nancy” Mara) y que lo abandona al comienzo del film. Para desprestigiar a esta chica, y con la “colaboración” de uno gemelos interpretados por el mismo actor (hasta se llegó al absurdo de alabar esto como si nunca se hubiese hecho), creará una red interuniversitaria, The Facebook, que luego traspasará la barrera y llegará a ser lo que es. En el medio, los gemelos lo acusarán de plagio, tendrán una disputa judicial con su (ex) amigo, y por ahí anda Timberlake como el creador de Napster y colaborardor (es obvio que la única finalidad de este personaje es que lo interprete el cantante).

En definitiva no deja de ser otra de esas películas que antes de empezar aclaran “esta historia está basada en hechos reales” y de ahí en más nos cuentan una historia de vida ejemplar, aunque en este caso sería a la inversa, una historia de vida (no) ejemplar... o no tanto.
Por un lado, lo muestran a este muchacho haciendo todo tipo de traiciones y negociados con tal de escalar posiciones en lo económico y en popularidad; pero por otro lado parecieran empeñarse en buscarle justificaciones o ambigüedades como para decir “esto pudo haber sido así, o puede que no”. Todo esto aporta a la medianía general en que se ubica el film.

¿Es un mal film? No, es uno mediocre, sin vuelo, más propenso al directo de TV; y no tiene ningún valor que lo rescate de ahí, solo tal vez algunas actuaciones.
Fincher está totalmente opacado, casi no se nota que la dirigiera él, pareciera que el resultado sería el mismo si detrás de cámara se ubicara cualquier director de series o video musicales, o un completo debutante.
El guión peca de millones de frases hechas del autoayuda, y lugares comunes, ese estilo de “el sueño americano es una mentira”, “el American Way of Life es una infamia”, ya se ha visto infinidades de veces y a esta altura a nadie parece importarle, porque en definitiva EE.UU. se sigue ubicando, aún para –supuestamente - criticarse en el centro de la escena.

2 comentarios:

  1. Estimado cinefilo. te daré mi impresión de algunas de las peliculas que comentaste.
    Resident Evil: una pelicula que no aporta nada, es entretenida, hasta ahí, pero a mi parecer no vale la entrada al cine. De las anteriores vi la 1 y la 2, la 2 me gusto mas, la 1 ni me la acuerdo.
    El juego del miedo. Vi solo la 1. No me gustan las peliculas morbosas sin sentido, el morbo por el morbo. en mi opinión esto es así. Creo que son peliculas nacidas de mentes cada vez mas retorcidas producto de la sociedad enferma en la que vivimos (y si, soy así, q se le va a hacer).
    Red social, no la vi, la verdad no me atrae, pensaba verla porque me dijeron por ahí que es buena, pero ahora también encuentro otra opinión.
    Y sobre Harry Potter, te confieso ser una gran fan de los libros, que se decepcionó mucho con las peliculas. Más allá de eso, las vi todas, y en parte las he disfrutado (pese a que no son demasiado fieles a los libros) y por supuesto volveré a ver la ultima entrega. Creo que son peliculas que solo pueden interesarle a los fans, o a gente que gusta mucho de historias fantasticas, pero no creo que represente un atractivo para una persona que va al cine y la elige al azar, de hecho creo que es difícil apreciar la historia o entenderla por como la cuentan en las peliculas.
    De seguro tus amigos te admiran y te aprecian, y están esperando que vos les propongas algo para ver también, yo te diría que te juegues y los lleves a ver algo que a vos te gusta, por lo menos por probar la experiencia, tal vez te lleves una sorpresa. Un saludo, y es una grata sorpresa que pese a tu inclusión en facebook no abandones el blog.

    ResponderEliminar
  2. De Resident Evil opino casi lo mismo, no aporta nada al cine, es un entretenimiento de segundo niel, da para ir al cine el hecho de ver en 3D algo de acción o terror; igual es claro que yo fui para salir con los amigos... Ah, y la 1 me gustó más que la 2 que casi no tiene trama, la mejor es la 3.

    ¿El juego del miedo? si, es morbo, y en verdad está mucho más inflada en ese sentido; en los '70 se hicieron cosas 100 veces más gráficas y con muchísimo mejor argumento (Argento, Fulci, Bava).

    Con Red Social me pasa algo que comenté un par de entradas antes, suelo ir a contramano del gusto general, me parece que es una película más preocupada por ganar un Oscar o caerle bien a la crítica que en ser un buen film, en definitiva me pareción una película hecha para televisión como la de Silicon Valley.

    ... Y lo de llevar a mis amigos a ver otro tipo de películas, esta todo bien, ¿Quien quiere ver una de Eric Rohmer cuando sale a entretenerse al cine? En mi caso se da el hecho de que te miro cualquier cosa que se proyecte en una pantalla, y como puse en la reseña la paso bien.

    ResponderEliminar