viernes, 2 de abril de 2010

Y se ganó el Oscar nomás...



Aunque tarde, muuy tarde, llego con mi apreciación sobre la última entrega de los Premios Oscar, los cuales se entregaron hace casi un mes.

Antes de empezar debo aclarar que mi relación con estos premios suele ser nula totalmente, nunca les preste demasiada atención, y las películas que suelen ganar, generalmente no son de mi agrado (salvo alguna que otra excepción).

Pero este año, hubo una particularidad que me lleva a escribir esta tardía reseña, y no es el hecho de que Argentina haya ganado como Mejor Película Extranjera, sino el hecho de que casualmente, terminé viendo todas las películas que estuvieron nominadas al premio mayor... y debo decir que el resultado fue similar al de otros años, veamos.

Es claro que los Oscar son los premios más importante (por lo menos para el común de la gente) por el hecho de ser otorgados por la mayor industria del séptimo arte, y desde ese punto de vista son inobjetables.

Pero por otro lado, si uno presta un poco de atención suelen ser premios, digamos algo hipócritas, y este año no fue la excepción.

Finalmente el premio a Mejor Película fue para Vivir al Límite, una película bélica sobre el horror de la misma en el conflicto contra Irak, y particularmente desde el punto de vista de un equipo de soldados dedicados a desactivar minas. Si bien por un lado parece criticar la decisión de ir a la guerra, el desamparo de los soldados, y el horror que sufren los mismos de una manera bastante cruda (lo cual, en definitiva no la diferencia de otras tantas similares y aún mejores) Por otro lado, cae en el tópico de toda película bélica yanqui, en mostrar el supuesto heroísmo de los pobres soldados, eso sí, estadounidenses; pone el acento en el hecho de que ya no es obligatorio enlistarse sino voluntario (simula cierta crítica por esto al desamparo pero termina utilizando como excusa para el “patriotismo”), y así... En definitiva, otra vez simulan una crítica cuando se están defendiendo a rajatabla.

No es casualidad que el premio se lo llevase este film (de cualidades cinematográficas... estándar) y no su más próxima rival Avatar, una verdadera sorpresa en cuanto a que una superproducción sea tan crítica del sistema de vida estadounidense; pareciera que en fondo a EE.UU. no le gusta ser criticado, y por eso se lo castigó a James Cameron con tan solo tres premios en rubros técnicos lógicos.

Avatar nos habla de unos Marines yanquis invadiendo una Colonia pacifista, similar a nuestros indígenas, en busca de un mineral precioso... y dispuesto a arrasar con todo con tal de lograr su cometido. En el medio escuchamos frases como que “nosotros (por EE.UU. no tenemos más que Blue Jeans para ofrecerles” y críticas al American Way of Life por el estilo. Decir qué me pareció Avatar sería redundante, hace dos reseñas a lo hice.

Luego de estas dos, mi mamá, la cual ya había comentado que era incondicional de Sandra Bullock quiso ver Un sueño posible, y mi impresión fue de una total indignación. Resumamos su guión en pocas palabras (no da para mucho más) un cuasi analfabeto negro con cualidades para el fútbol americano es apadrinado por una familia tipo, blanca, ultra conservadora, que lo ayuda en la universidad, y mientras este los ayuda a ganar todos los campeonatos, el negro triunfa en la vida, gracias a los blancos. Si, la película es eso; si, nominaron a mejor película eso; si nominaron a una película que bien podría haber sido producida por el canal Hallmark (por lo menos no le nominaron el guión). En una palabra, lamentable, un sueño posible... pero solo con a ayuda de la buena aristocracia, porque sino los negros solo sirven para jugar fútbol.

Sandra Bullock se llevó el premio a mejor actriz por este papel, ehhhhhh, no sé, si uno hace de uno mismo ¿le dan un premio? ¿no repite sus roles de atildada que en tantas películas románticas le hemos visto, pero en medio de un drama insultante? Suena más a premio trayectoria, pero bueh, una peli que defiende estos ideales taaan “americanos” no podía irse sin ningún premio.

Párrafo aparte para Quinton Aarón, el actor que hace del negro (perdón que suene discriminativo, peyorativo, pero es que la película es así e esquemática); una actuación digna de Kurt Russell en El último soldado tres palabras y dos gestos en toda la película, no sabemos si es por una mala performance del actor, o porque el guión así lo pedía para enfatizar más la idea de que los negros no saben hablar, es más, tal vez, ni siquiera sean humanos.

Otra fue Distrito 9, buen filme de Ciencia Ficción, filmada como si fuese un documental de televisión, o algo así; la única razón por lo que pudo estar nominada es por ese capricho de haber puesto 10 nominadas en lugar de 5, como era usual. Una interesante alegoría del Apartheid del África, pero en donde los marginados son unos extraterrestres que parecen salidos de Mimic, muy buena trama, algo desprolija; pero en el medio termina transformándose en una más de efectos especiales y acción.

Enseñanza de vida, la típica película pensada por y para ganar premios... pobre no gano nada. En pleno años 60, una adolescente es cortejada por un hombre mayor que le terminará enseñando “los valores de la vida”. Muy buena recreación de época con un clima excelente, muy buenas actuaciones, pero una trama a la que le cuesta levantar vuelo, por momentos parece una anécdota. Lone Scherfig, la de Italiano para principiantes, se nota algo encorsetada en este salto a las grandes ligas.

Bastardos sin gloria, Quentin Tarantino aggiornado, hollywoodense, parece esas películas de los Cohen con George Clooney (aquí Brad Pitt), delirante en su idea, como todas las de Tarantino, pero en definitiva correcta, no más que simpática.

Hablando de los Cohen tenemos Un hombre serio, la película de los Cohen de todos los años, por suerte el protagónico es para Michael Stuhlbarg (un actor de teatro, casi desconocido en el cine) y no para una estrellita. La película es él, muy buena actuación de paso, todas las penurias que sufre este hombre (la película es eso, una serie interminable de desgracias, con toque humorístico, una tras otra), en una historia muuy típica judía (si se quiere teoriza sobre la culpa), y que hace que los que no pertenecemos a esta colectividad nos sintamos un poco afuera. Repito, muy buen actor.

Amor sin escala, lástima a Jasón Reitman (Gracias por fumar, Juno) ya lo agarró la maquinaria de Hollywood, una buena comedia, hilarante, aguda... pero me gustaron más sus films independientes, más libres, sin la necesidad de contar con la presencia de un actor como George Clooney que hace que toda la historia gire alrededor de él. Ya no es la película de Jasón Reitman, es la última de Clooney.

Preciosa, otro argumento Hallmark style, eso sí, se debe agradecer que aquí no hay esa dicotomía negro bruto/blanco bueno, es la historia de una adolescente de 16 años que expulsan del colegio porque está embaraza de su segundo hijo, también fruto de una violación de su padre. Si eso les parece fuerte, prepárense para una escalada de bajezas, una madre que la trata peor que su padre (si eso es posible), como una esclava; una abuela que solo aparece para llevarse a la hija mayor que sufre retraso mental y a la que llaman Mongo, una asistente social que no se ocupa de lo que se tiene que ocupar, y así, cada vez peor. Solo encontramos respiro en la imaginación de Preciosa, que mientras es golpeada, o le avisan una noticia terrible, sueña con ser una gran estrella del Gospel. Muy dura, agobiante; pero a la vez aleccionadora, condescendiente, no se siente como algo real, más bien como un muestrario facilista de la situación de la clase indigente estadounidense; y eso sí, solo se ve un blanco indigente en la película, el resto son negros o latinos... no vaya a ser cosa que nos comprometamos en serio.

Y por último, la mejor, la que para mi debió ganar, Up, una aventura de altura, otra joya de la factoría Pixar de la cual ya hablé en la reseña de julio pasado; por lo menos le dieron el premio a mejor film animado. Las palabras sobran, Ex-ce-len-te. Pero claro, Hollywood no corre riesgos, y las únicas “capacitadas” para ganar son dramas que simulan ser profundos, o algún que otro tanque taquillero para variar.

Eso es todo, ahí están las diez nominadas, y la ganadora, los Oscar no cambian, Hollywood n o cambia, sigue teniendo miedo a lo novedoso, a que dejen de tirarles flores, a descubrir géneros nuevos... es Hollywood, LA gran industria, y como tal va a lo seguro.

Ah, El secreto de sus Ojos ganó como mejor film extranjero, buenísimo; gran film. También ganó el Goya; y espero que gane El Cóndor de Plata, Ojalá.

Los veo dentro de poco para mi reseña mensual.

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