sábado, 25 de julio de 2009

Animación de alto vuelo

El título de esta nota no es el más original, pero es que no encuentro otra manera para describir a Up, nueva joya de la factoria Disney/Pixar; simplemente es un vuelo directo a lo mejor del cine.


La experiencia de haber visto este film me subyugó lo suficiente como para tardar bastante en escribir una reseña sobre él. No encontraba la manera de hacerlo sin parecer obsecuente. La respuesta, no importa serlo si uno realmente quedó maravillado.

Es más, ni siquiera pienso perder líneas contando hechos personales. Solamente quiero decir que por segunda vez (la primera fue con Hombres de Negro) encuentro una salida frustrada por funciones agotadas (fue al segundo día de estreno en la sala 3D del Abasto), hay que decir que esa situación me ofuscó bastante, por decirlo de algún modo. Igualmente, dos semanas después tuve mi revancha en un doblete en el Cinemark de Palermo, junto con Transformers: La venganza de los caídos (film que pese a haberme aturdido mucho más, quedó totalmente opacado por este en cuestión).

Terminado el breve relato de lo acontecido, paso a la historia del film, en realidad bastante sencilla de describir: Luego de la muerte de su esposa, con quien compartió un lazo desde la infancia, el ya anciano Carl se niega a vender "la casa de sus sueños" a una empresa que quiere construír un complejo de edificios. En una de esas resistencias, Carl tiene un accidente que complica la situación del hogar. Entonces, ante la mirada atónita de todos los obreros que esperan que el abandone la vivienda, literalmente echa a volar la casa.

Usando globos como motores (su profesión es de globero en una plaza) y las cortinas como velas, Carl se escapa, con casa, mueble y todo hacia unas cataratas en América del Sur, lugar soñado por Ellie, su mujer.

El problema es que, Carl no esta solo en la casa, sino que, sin saberlo, se enbarcó con Russell, un niño explorador que necesita de la estampa de "ayuda a un anciano" para recibir un ascenso en el grupo, y está dispuesto a todo para lograrlo.

De ahí en más, comenzará una aventura tan intrépida como amable, en la que se cruzarán con una extraña ave, mezcla de avestrúz con pavo real, a la que Russell nombrará Kevin y tomará como mascota (ante la negativa de Carl), además de un grupo de perros cazadores con collares que le permiten ¡hablar!, a cargo de Charles F. Muntz un aparentemente desaparecido héroe de la infancia de Carl, entre los que se encuentra Dug, quien se unirá al dúo protagónico.

Dentro de este delirio, que solo puede salir de la mente de los creativos de Pixar (Dreamworks, sigan partipando), hay lugar para la emoción (los primeros diez minutos en los que se cuenta la historia de amor para siempre de Carl y Ellie es puro sentimiento sin sensiblería), la aventura, la comedia, la acción (escenas de esgrima - con bastón como florete - incluídas), y hasta el suspenso (hay un malo que es fácil saber quién es, aún leyendo estas líneas).

Decir que esta historia tiene claras influencias del cine de Hayao Miyasaki (del cual John Lassetter - director de Pixar - es fanático confeso) es hablar de facilismos; ya que ambos cines se caracterizan por una originalidad suprema, historias que solo podrían ocurrirsele a semejantes mentes creadoras.

Up, no solo tiene originalidad en su premisa de hacer volar una casa con globos, sino también en el hecho de poner a un anciano como protagonista y héroe de acción; en la presentación cuidada de cada una de sus imágenes (al cual el color pastel pareciera emparentar con un film de los que Carl veía en su infancia); y en la carnadura de cada uno de sus personajes, todos estan desarrollados como si fuesen el protagonista del film.
Desde Toy Story, su primer largo, de 1995, Pixar viene desdibujando esa línea que separa al cine de animación del cine con personas de carne y hueso; definitivamente varias de sus películas pueden ser interpretadas por actores frente a la pantalla, y el resultado seria similar (claro, nos perderíamos de la preciosura de sus "dibujos"); por ejemplo: piensen en remplazar a Remy de Ratatouille por algún actor atribulado de la comedia francesa como Daniel Auteuil; o en Cars el Rayo McQueen podría perfectamente ser un automovilista. Sus tramas, parecieran, no estar pensadas en función de una animación; son simplemente comedias perfectas.
También borra, con total delicadeza, la barrera entre la animación computarizada con la animación tradicional, y con las imágenes reales. En una misma película, como Wall - E, podemos encontrar imágenes tan reales como las de la primera parte de la película, con animaciones fantásticas como los humanos obesos de la segunda mitad, dignos del megor tío Walt.
Con Up lo vuelven a hacer, Carl no es "el viejito típico de loos dibujitos", realmente se parece a tu nono, tierno y ofuscado a su vez. El hecho de verlo transcurrir desde su infancia a la vejéz, nos muestra el "endurezamiento" que va sufriendo a través de los años, pero sin perder su inocencia y timidéz; detrás de su máscara de anciano amargado, se esconde un profundo dolor por la muerte del ser querido; como las personas reales.
En cuanto a las imágenes, si por un lado, las imágenes de los paisajes parecen fotografías de una selva sudamericana; los personajes parecen cono pintados con acarela, lleno de contrastes entre colores vivos y colores pasteles; ni siquiera el efecto 3D (que ya no podrán disfrutar, porque a las dos semanas de su estreno la remplazaron por La Era de Hielo 3, Sniff!), que nos da profundidad más que una avalancha de cosas encima nuestro, quita esta sensación hermosa sobre los personajes.
Ahora, varios puntos aparte: en latinoamerica tenemos la posibilidad de escuchar un exquisito doblaje con sorpresas, los queridísimos Roberto Carnaghi (quien ya experimento en el mundo Pixar con Antón Ego en Ratatouille) y Edgar Vivar (¡¡¡¡¡El Señor Barriga!!!!!), como Muntz (en el original Christopher Plummer) y Dug, respectivamente.
Otra, como ya es costumbre, antes del plato fuerte, se nos muestra un corto - esta vez también en 3D -, en esta oportunidad Parcialmente nublado. Una cigueña tiene que transportar los bebés que crea una nube nublada y... tienen que verlo, como siempre cuesta saber si es mejor el corto o la película que fuimos a ver, excelente.
Por último, retomo un poco mis relatos personales. Un par de semanas antes de ver este doblete, había ido a ver Una noche en el museo 2 en mi querido Showcase de Haedo - ¡¡¡le pusieron sala 3D, Vamossss!!! - y me enfurecí cuando un pibe entró hablando por celular a la sala con los títulos de la película empezada, creanmé se lo hice notar. Ahora, en Palermo, cuando durante la proyección de Transformers 2 era una sala de conferencias, todos hablaban todo el tiempo, y al batfondo del film de Bay había que sumarle los chillidos de los ringtones. Es más, hasta el que estaba al lado mío, casi sobre el final (faltarían 45 minutos de la interminable historia), se ve que se aburrió y se puso a jugar con su Blackberry... ahora quien lo puede culpar. Viéndolo en perspectiva me dio lástima por el purrete de Hado, un nene de pecho que tuvo que bancarse mis gritos.
Por suerte, con Up la historia fue otra, nada me molestó, o por ahí todos estaban hablando y yo no me daba cuenta, totalmente embelezado con esta película a la que solo le cae un adjetivo, perfecta.
Ahora, si Pixar se supera año a año, uno poensa que no puede ser mejor hasta que llega la próxima, no quiero imaginarme que nos depara el 2010, cuando vuelva el niño mimado de la factoria: Toy Story 3... no puedo seguir escribiendo, estoy babeando el teclado.
Fernando Sandro.

Título: Up, una aventura de altura (Up)
Año: 2009
Duración: 89 minutos
Director: Pete Docter

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