jueves, 6 de septiembre de 2012

ÓPERAS PRIMAS: Sensualidad Morbosa


¿No les sucede a veces que ven películas de las cuales desconocen su origen, o cualquier otro dato? A mi sí, no sé cómo las consigo, cómo llegaron a mis manos, y menos como termino viéndolas; pero varias veces me llevé sorpresas.
Esto me sucedía más seguido cuando iba al videoclub, siempre buscaba ver algún “estreno” que se me había escapado de los cines, y junto a eso alquilaba alguna otra que desconociera, algo directo a video digamos.
Así fue como di algún día con el título Sensualidad morbosa (Sweet Kill, 1973), y no sé que fue lo que me llamó la atención (no creo que haya sido el título, jeje) pero la alquilé y la verdad es que me gustó mucho.



Durante mucho tiempo no tuve ni la menor idea de qué film se trataba, lo único que me acuerdo es que la edición del VHS no era argentina (sí, uno de los videoclubes a los que iba era genial), parecía mejicana, o algo así, y además de manera muy extraña tenía cortado los créditos tanto iniciales como finales; eran unos adelantos, un cartel sobreimpreso con el título en castellano y arrancaba la película que se cortaba ni bien terminaba la acción. Igualmente, el nombre quedó en mi memoria y mucho tiempo después pude averiguar de qué se trataba, su título original... y descubrí que es la ópera prima de Curtis Hanson producida (cuándo no) por Roger Corman.

Eddie (Tab Hunter) es un profesor de gimnasia que no logra estimularse sexualmente, o sea es impotente, el hombre tiene varias citas, se acuesta con prostitutas, y nada, un recuerdo reprimido sobre su madre le baja la libido digamos. Cuando en busca de ese placer mata por accidente a una mujer, el hombre se avispa de que ese es el modo para alcanzar su climax, de ahí a convertirse en un asesino serial hay un paso.
Eddie pasa de ser un hombre opacado y conflictuado a un ser oscuro que busca mujeres con intención puramente sexual y que las asesina para alcanzar el máximo placer.

Durante los ’70 se hicieron miles de películas con temática similar, personas reprimidas que encontraban en la muerte y el sometimiento del otro un placer que no alcanzaban con el acto sexual regular. Las hay muchas conocidas, realizadas por directores de renombre, y con más o menos producción; y Sensualidad morbosa (título con el que yo la conocí pero que puede llamarse vaya uno a saber cómo por acá) tiene algunos elementos destacables y otros que más bien la hunden.

Roger Corman de vez en cuando se arriesgaba con sus producciones y se estiraba un poco más con el presupuesto dando mayor libertad al realizador, pero este no es el caso. El mayor problema de Sweet Kill es este, la bajísima producción y la consecuente total economía de recursos, la película luce todo el tiempo encerrada, barata, opaca, ruinosa (y no como algo deliberado), tiene muchísimos problemas de sonido, algunos doblajes mal hechos, el resultado al verla es similar al ver algo filmado en una tarde, rapidito y sin posibilidad de estarse en detalles.
La cuestión es que hizo Curtis Hanson con esto que se le ofrecía, y la verdad es que logró bastante. El argumento a pesar de ser simple y directo, está muy bien estructurado y nos introduce y atrapa. Otro gran elemento es la marcación actoral, mucha de las actuaciones se notan principiantes, amateurs, pero aún así convincentes.
El director de La mano que mece la cuna (The Hand that Rocks the Cradle, 1992), película que los que me conocen saben que amo, realiza sus mejores obras cuando más se acerca al suspenso; y eso ya se nota en su comienzo.

La construcción del personaje principal es más que correcta, Eddie es un ser despreciable, repugnante, con una doble vida de moralina y perversión perfectamente marcada; y en eso colabora no solo una marcada dirección delineación desde el guión (que también es de Hanson), sino una interpretación increíble de Hunter. Este elemento es tan importante que nos hace creer que estamos ante un film importante.

La película tiene algunas escenas que pueden parecer delirantes, y hasta maneja una bajada de línea que por momentos puede llevar a la risa (sobre todo sobre la cuestión del consumo de marihuana, tan común en los films de la década); pero cuando se mete en el suspenso nada tiene que envidiarle a otras producciones mayores y más conocidas.

La película tuvo en recepción bastante pobre, aún para los cánones de Corman, y rápidamente Sweet Kill  desapareció de las salas, para luego tener otra oportunidad en la que se le cambió el título por A Kiss from Eddie y también The Arousers y se le agregaron algunas escenas pretendidamente eróticas (creo que este es el corte que vi yo en VHS). Con el tiempo y el reconocimiento que obtuvo el director (que dicho sea de paso nunca hablo bien de Corman y menos de esta película) junto al boca en boca, se convirtió en algo casi de culto, digno de ver pero que aún así es difícil de conseguir.

Sensualidad morbosa es una película rara, extraña, con muchos elementos de un film malo pero que algo en el medio hizo que no lo fuera, ese algo es la mano de un director que acá muestra sus primeras armas, su construcción de personajes que manejan la dualidad entre la moralidad/inocencia y un costado muy perverso, sus argumentos simples pero atrapantes, la construcción de climas verdaderamente tensos; en definitiva, todas marcas de autor. Bienvenido sea que haya podido descubrir de qué película se trataba y averiguar más sobre su historia.


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