Hoy es el
“día internacional de la secretaria”, y en un dechado de originalidad se me
ocurrió hablar de la película más emblemática sobre esta profesión, Secretaria
Ejecutiva (Working Girl, 1988); otra de esas que valen más por su
banda sonora (específicamente por una canción) que por el resultado del film en
sí.
Esta bien,
podría haber escrito también sobre La Secretaria (The Secretary, 2007),
pero esa no tiene una buena banda sonora y encima ya saben que no soporto el
pseudo-erotismo estadounidense y menos cuando se creen osados al tratar temas
como sadomasoquismo de una manera estúpida; así que pasemos a la película que
nos importa hoy.
Esta
película dirigida por el experimentado Mike Nichols es algo así como un canto
de amor al mundo de los negocios, casi una respuesta a Wall Street (1987),
estrenada un año antes. Es que el tema estuvo muy en boga durante esa década
(de la cual parece que no puedo/quiero salir en este blog) en la cual el dinero
pasó a ser el valor más importante; y acá ese mensaje queda bien claro.
Tess McGill
(Melanie Griffith haciendo abuso de hombreras antes de abusar del alcohol y las
drogas) es una chica recién graduada que busca hacerse un lugar en la gran vida
comercial, su único objetivo es el triunfo económico; pero se encuentra atada a
un novio (Alec Baldwin) que parece no querer esforzarse y termina
perjudicándola a ella.
Tess no se
queda en el molde y consigue trabajo como secretaria de una verdadera mujer de
los negocios, Katharine Parker (Sigourney Weaver) una mujer tan hábil con los
billetes como arpía para con sus empleados. Igualmente Tess parece confiar en
ella y es así como le confía su plan para un negocio, plan que Katharine roba y
lo utiliza como suyo.
Pero esta
secretaria tendrá su oportunidad de vengarse y hacerse un lugar cuando durante
unas vacaciones en la nieve su jefa se fracture una pierna; y la chica, muy
calladita y modosita, primero por confusión y luego por aprovechamiento, tomará
su lugar haciéndose pasar por la imponente Parker.
Como no
todo es negocios en la vida, Tess conocerá a Jack Trainer (Harrison Ford) otro
hombre de negocios que tiene las peores referencias de Katharine, pero que
cuando la conozca (con el rostro de Tess, obvio) nacerá el amor... y además la
ayudará a introducirse en el mundo masculino del comercio.
El
argumento oscila entre una simpleza importante (lleno de lugares comunes) y un
mensaje algo despreciable; pero si uno deja su cerebro a un costado puede
disfrutar de una comedia agradable, con un toque romántico que no le viene mal
(aunque la química de la pareja para mí no es la mejor).
Más allá de
la parejita las que se roban el asunto son Sigourney Weaver, con los momentos
más graciosos haciendo de podrida, y Joan Cusack (una actriz que debería tener
mucho más reconocimiento) como la amiga incondicional de Tess. El personaje de
Parker marcó un camino para lo que serían un sinfín (tanto en cine como TV) de
mujeres jefas malvadas, ya es sabida la ductilidad de Weaver para la comedia, y
acá el rictus serio y medio machona le ayuda bastante, su interpretación es
memorable. En cuanto a Cusack se repite en su rol de segunda detrás de la
protagonista en film romántico, pero lo hace taan bien, simplemente es
adorable.
En cuanto a
lo técnico, la película es aceptable, no muy destacable, promedio. El mundo de
la Bolsa de Comercio es mostrado con cierta frialdad al principio y luego como
algo amable, una posibilidad para hacerse un lugar (algo similar a lo que
sucede en El diablo viste a la moda – film que le debe mucho a este – ).
Pero lo
importante acá es la banda sonora, la película abre y cierra con una de las
canciones más emblemáticas de los ’80, Carly Simon interpretando Let the
River Run junto al coro Santo Tomás, una oda al levantarse, al salir
adelante y no bajar los brazos... y una canción adorada por todos los grupos
corales.
Esta
canción (que se convirtió en el más conocido de la cantante y la dio a conocer
en todo el mundo) rápidamente alcanzó el n°1 de varios rankings, y figura entre
los 10 primeros lugares en cualquier lista de “mejores soundtracks de la
historia”.
Además de Let
the River Run, durante la película se pueden escuchar cuatro canciones más
de Simon, dos de ellas instrumentales In Love y The Scar, y otras
dos que tratan sobre situaciones específicas en el argumento Carlotta’s
Heart y Looking Through Katharine’s House.
También hay
canciones de The Pointer Sisters, Chris De Burg (con su mítica Lady in red)
y Sonny Rollins.
Tanto la
película como el soundtrack tuvieron un éxito enorme lo que llevó a que en 1990
una desconocida Sandra Bullock interpretara a Tess McNeill en una ignota serie
de TV (del mismo nombre que la película), que por supuesto duró solo una
temporada.
Otro de los
Spin-Off que tuvo (y acá viene mi anécdota personal) fue una “peliculita” para
Cine-Graf que yo mismo hice ¿?. Pasa que tenía (todavía tengo) este magnífico
“juguete” (me duele decirle así) de un proyectorcito, y junto a mi hermano le
hacíamos peliculitas en papel de calcar; yo escuché el nombre de Secretaria
Ejecutiva, y sin ver la película ni mucho menos, realiza una secuencia de
cuatro o cinco cuadritos de una mujer (en forma de palito, yo era muy chico)
sentada en un escritorio con una máquina de escribir... y nada más. Anécdota
bastante tonta, innecesaria, pero que a mi y a mi hermano nos gusta.
Secretaria
Ejecutiva es una
película que ejemplifica a la perfección el mundo en el que se vivía durante
los ’80 cuando la ambición tomó un lugar preponderante; y su banda sonora es
otro ejemplo de esto con su idea de una nación que se levant6a día a día a
pelearla. Entonces, acá va mi humilde saludo a esas personas (secretarias y
secretarios ¿por qué no?) que aspiran a ascender y trascender, feliz día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario