¿Por qué será que los
extraterrestres se empecinan con las típicas e inocentes familias
norteamericanas? Este debería ser el planteo detrás de Los elegidos (Dark
Skies, 2013), nuevo exponente del remanido tema de las invasiones
alienígenas en plan película de terror.
Al director Scott Stewart por
ahí lo tengan de esas dos odas al tacho de basura que fueron Legión de
Ángeles y Priest (por favor no confundir con el logradísimo drama de
Atonia Bird) cuyo único mérito es habernos hecho dar cuenta que Paul Bettany no
era tan buen actor como parecía.
Ahora parece que Stewart
aflojó un poco con el CGI y las divinidades eclesiásticas que empuñan armas
para contar un relato más clásico.
El tema es así, luego de unas
primeras tomas que rompen el record de banderas yanquis por segundo en una
escena, nos metemos en la vida de los Barret, un típico matrimonio de suburbio
con dos hijos varones y todo el porvenir por delante... o casi, papá Daniel
(Josh Hamilton) perdió el trabajo y conseguir otro no parece fácil. Igual para
tener apoyo existe su esposa Lacy (Keri Russell), una agente de bienes raíces
más preocupa por el negocio inmobiliario que por su marido.
Todo transcurre amablemente
hasta que empiezan los sucesos paranormales, un tremendo desorden en la cocina,
sueños extrañamente vívidos, marcas como sanguijuelas en el estómago del nene,
una suerte de posesión y entrada en trance por parte del mayor, en fin, lo
típico.
Poco a poco los Barret van a
ir pasando del escepticismo a la desesperación, y los hechos extraños van a ir
en aumento.
El horror va a apoderándose
de cada uno de ellos y es ahí cuando entra en escena un J.K.Simmons más
parecido a un residente del centro de jubilados que al sarcástico J.J.Jameson
de Spiderman. Esta ¿gloria? del cine interpreta a un experto en OVNIS al que el
mundo no quiere escuchar y va a ayudar a la familia a entender qué es lo que
ocurre. Más aún cuando descubran unas marcas corporales similares a los famosos
e “inexplicables” círculos en el campo que ya vimos, por ejemplo, en Señales.
Si vienen leyendo ya se
habrán dado cuenta que Los elegidos no descubrió la pólvora, tampoco
esperen algún giro o hecho sorprendente, simplemente es un film que entretiene.
Eso hay que reconocerlo, la duración pasa rapidito, hay algún susto para el que
no esté muy atento o se relaje (los típicos golpes de efecto que nunca se
entienden bien pero nos sobresaltan con el volumen alto).
Stewart, que además se hace
cargo del guión, mezcla los alienígenas con las posesiones como de casa embrujada,
y por momentos parecemos estar viendo un conjunto de ambas cosas, quizás eso la
haga un poco más llamativa. Lo cierto es que estamos lejos, lejísimos de un
film gráfico, todo se insinúa y se presiente... y es mejor porque cuando los
del espacio exterior asomen se va a notar que falta el mango.
Josh Hamilton es de esas
caras que nos suenan familiares de millones de secundarios y acá cumple al
sufrir más por su insípida esposa que por los hechos extraños que le ocurren. A
Keri Russell la pueden tener de la serie Felicity (sí, la que cancelaron porque
ella se corto el pelo) y de miles de intentos infructuosos de trascender en el
cine como Cuentos que no son cuento, Misión:Imposible 3, y August
Rush; Keri es linda (bastante avegentada eso sí), algo simpática, pero lamentablemente tiene en pantalla
las mismas propiedades que el agua, y el personaje ciertamente no la ayuda.
Sucesos paranormales,
extraterrestres, cosas que no vemos pero que se sienten, más sueños que
realidades, explicaciones que cierran apenas, y una historia entretenida y que
en un punto atrapa, o por lo menos interesa, al espectador; no se le puede
pedir más a un producto promedio.
La conclusión de por qué los
extraterrestres se la agarran con las familias ejemplares del país del norte va
a quedar para otro momento, quizás hasta que llegue otro film como este, que
los hay y varios.
En fin, si les interesan los
aliens jodidos porque sí, las familias que sufren, y los golpes de efecto que
hacen que saltemos de la butaca, Los elegidos llega a nuestras salas en
octubre, vayan preparándose desde ahora con algún documental de esos con
“recreaciones falsas” que pasan en el cable, son más o menos lo mismo.
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