lunes, 23 de julio de 2012

CINE EN LISTA: Películas para mirar con el estómago


Los que me conocen un poco saben que los domingos me gusta instalarme en la cocina y descomprimir cierto cansancio semanal preparando alguna receta, preferentemente de panadería o pastelería. Los que no lo sabían deberían probar, cocinar es una buena terapia para despejar la cabeza.

Este domingo el asunto además tenía olor a venganza, a revancha... y otra vez la cosa me retrotrae a la reunión de amigos del sábado de la semana pasada; tenia pensado llevar algo para compartir, entusiasmado había anunciado unos Pretzels... pero en el medio de la preparación una visita “inoportuna” me arruinó el estofado... o en este caso las masitas, jeje. Por más que los comensales intentaron disimular, siendo sincero, quedaron horribles.
Así que este domingo me propuse prepararlos nuevamente... y además un cremique como para balancear con lo dulce.












Pero como este no es un blog culinario, solo voy a acotar que el resultado fue tan bueno que quedé enganchado con la cocina y me puse a pensar en las veces que el cine rinde honor al arte gastronómico... y otras veces en las que no.

En Big Night (1996), Stanley Tucci no solo protagoniza sino que además, escribe y co-dirige junto a Campbell Scott (el que enamoraba a Julia Roberts en Todo por Amor) esta historia sobre dos hermanos venidos de Italia que tratan de instalar un gran restaurante en Nueva Jersey; pero las deudas los aquejan y todo parece indicar que tendrán que cerrar el lugar antes de triunfar. Antes de dar el portazo definitivo deciden jugarse una última carta en una noche a todo trapo en la que vendran grandes personalidades y críticos culinarios... pero claro, las cosas no saldrán como lo pensaban.
Tucci y Campbell logran un film muy ameno pero a la vez intimista; la historia de estos dos hermanos (Tucci y Tony Shalhoub) parece pequeña pero logra enmarcar la de varios inmigrantes que llegaron a ese país con la idea del sueño americano y tropezaron con una realidad, y la verdad es que lo hacen sin caer en (demasiados) lugares comunes. Los dos actores demuestran dirigir muy bien a sus pares, y además de muy buenas interpretaciones del dúo de hermanos, logran buenos registros de Isabella Rossellini, Minnie Driver, Ian Holm, Alisson Janney, Hope Davis... y hasta Marc Anthony.




Ratatouille fue la apuesta de animación del estudio Disney/Pixar para el año 2007, y como nos tienen acostumbrados, el resultado fue sobresaliente.
Es la historia de Remy, una rata con sueños demasiado grandes para su cueva, a diferencia de sus compañeras él no quiere conformarse con comer lo que logran recolectar/robar por ahí, de cualquier basurero; es una rata que aprecia el buen comer, y que además sabe cómo preparar los platos.
Un día, Remy se inmiscuye en la cocina de un gran restaurante fancés y es así como da a parar con Linguini, el lavaplatos del lugar que con la ayuda de Remy (escondido en su gorro de chef) se transformará en el cocinero estrella del lugar.
Como siempre sucede con las películas de Pixar, reducir los argumentos en unas líneas es un desperdicio ya que hay más, mucho más, pero si todavía no la vieron, descúbranlo por ustedes mismos.
Brad Bird logra con este película una verdadera comedia que nada tiene que envidiarle a la mejor tradición de la comedia francesa (digamos Francis Veber, para citar un director), y además le suma un cierto toque de comedia intelectual/atribulada alla Woody Allen.
Los personajes son riquísimos, las situaciones hilarantes, la animación perfecta... y además hay una sucesión de platos más ue interesantes. Imperdible, bah, otra más de Pixar.





Bella Martha (Drei Sterne -  Mostly Martha, 2000) es una coproducción entre Alemania y Suecia que tuvo su horrible remake hollywoodense Sin Reservas (2007)
Martha (Martina Gedeck) es una eximia cocinera que desarrolla su labor en un pequeño restaurante; toda su vida parece pasar por los platos, ya que luego pareciera no tener ninguna otra faceta. Esto va a cambiar cuando en su vida aparezca Lina (Máxime Foerste), su sobrina que acaba de perder a su madre, hermana de Martha. Al principio la cocinera se alterará y habrá caos en su vida (como es LA ley en estas películas), pero luego Lina ira trayendo luz a la vida de Martha que se ira socializando (como es LA ley en estas películas). En ese cambio de Martha también influye Mario (Sergio Castellito) un compañero en la cocina del restaurante que pronto dejará de ser una amenaza para ser un interés romántico.
Lugares comunes a rolete en esta comedia dramática que sin embargo tiene cierto encanto que la hace bastante entretenida, cosa que también se agradece el evitar los golpes bajos (tooodo lo que le falta a la versión con Catherine Zeta Jones y Aarón Eckhart). Otro punto a favor son las buenas interpretaciones del trío principal que le aportan un toque bastante risueño y amable al asunto. Una película menor, simpática, y quie no se ahorra sus competencias entre cocineros expertos.





Julie & Julia (2009) es una comedia norteamericana, la última dirigida y escrita por la recientemente fallecida Norah Ephron.
Julie es una joven que acaba de mudarse a un nuevo departamento con su marido, aburrida de su vida rutinaria que no la llena, decide comenzar a escribir un blog; y como está enganchada con el programa de Tv de cocina de Julia Child, se le ocurre preparar todos los platos del libro de cocina de Child y comentar la experiencia de cada uno en el blog.
Así, la película nos contará en paralelo la historia de Julie en la actualidad, y la de Julia Child en su paso por París en los años ’50 y cómo eso la inspiró para empezar a cocinar y publicar su propio y exitosísimo libro de cocina.
Ephron siempre se caracterizó por ser una buena directora de actores, y aunque a veces sus películas no eran las mejores debido a situaciones algo ñoñas o anodinas, siempre logró que sus actores resultaran adorables (bueno, con Nicole Kidman pudo hacerla lo más adorable que Nicole Kidman puede estar, que no es mucho); y acá cuenta con dos actrices que hacen de la comedia el agua en la que mejor se mueven. Amy Addams y Meryl Streep (como Julie y Julia respectivamente) logran tragarse a la película entera, al punto tal que los que las rodea poco importa, ellas dos son la película. Pero además, en este caso, la historia es divertida, simpatiquísima, más liviana que un baggell, lo que hace un muy buen aporte en este agradable comedia, una de las más simpáticas que Hollywood logró en los últimos años. Y como no podía sere de otra manera, la sucesión de platos está a la orden del día.





Pero no todo en la cocina siempre sale bien... y en el cine tampoco, eso nos lleva a...

EL FIASCO DE TURNO


Condimentos para el amor (The Mistress of Spices, 2005) es un espanto dirigido por Paul Mayeda Berges un director estadounidense, con ascendencia hindú, que, por suerte, tiene esto como su único opus.
La historia es la Tilo (no, el tecito no), interpretada por la estrella de Bollywood Aishwarya Rai, una mujer que trabaja en una tienda de especias en un barrio hindú de EE.UU.. El asunto es que Tilo tiene poderes, no, no es una superheroina, las especias le dan consejos. Si, como lo leen, la flaca habla con el orégano, el curry y el pimentón y estos le aconsejan como ayudar a la gente que viene a la tienda para venderles los condimentos necesarios para que estos solucionen todos los asuntos de su vida ¿?, si, es una pelotudez, y no termina acá. La chica tiene una maldición!!!!, para ayudar a la gente, ella nunca debe abandonar la tienda, no puede tocar a las persobas (¡¡!!), y no puede utilizar sus “poderes” en beneficio propio, lo que la transforma en una especie de martir.

Rai pone toda su belleza y simpatía (aunque actuando es tan inexpresiva como la canela) en este producto que desbarranca por todos lados. Como si fuese una especie de cómo agua para chocolate (1992) pero aún más estúpida y menos sensual (todavía); Condimentos... cae en todos y cada uno de los tópicos comunes y clichés de pelkículas de inmigrantes en EE.UU. y encima lo hace con un dejo fuerte de discriminación, unilateralidad, y falta de respeto a un cultura tan rica como la hindú.

La interpretaciones van de ridículas a anodinas, y así gente como Dylan MacDermoth pareciera pasar con la película como si estuviese en la cola del banco para cobrar.
Los rubros técnicos tampoco ayudan con un grado importante de amateurismo; y además los diálogos, siempre los diálogos. Una pavada.





En fin, luego de este listado se me volvió a abrir el apetito, abandono el teclado y me voy por otra rodaja de Cremique.

Ustedes sigan leyendo sobre películas con gastronomía incluida en la página de Facebook.

4 comentarios:

  1. Jjajajajjajajjj !!!!!! Yo fui una de las victimas de los pretzels infortunados ... Pero tambien puedo dar fe de la calidad de ciertos scones que he comido ... Y por cierto se ve MUY RICO eso que cocinaste ...

    Pero como vos decis este es un blog de cine ... Y estoy aca para confesar que YO VI " Condimentos para el amor " ... :P Una mas que me fume con mi marido ... MEA CULPA . Jajajajj

    PD: y EL COCINERO, EL LADRON, LA MUJER Y SU AMANTE de GREENAWAY ? Giraba alrededor de la comida de un modo LOCO y RETORCIDO por cierto ... Tambien recuerdo LA FIESTA DE BABETTE ...

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  2. jajajaaj todos sobrevivimos a los pretzels pero le daremos revancha!!!

    Para agregar, diría Jamón Jamón y algo de Mi gran casamiento griego (sí, no me mates) por todas las inclusiones de los rituales griegos a través de la mesa.

    Un beso grande!

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  3. Bueno, bueno, si leen arriba yo tube mi revancha con los pretzels, esta vez salieron espectaculares... la próxima vuelvo a hacer!

    Gra, El Cocinero, el ladrón... ya la había agregado a Facebook, lo mismo que Babette.
    Pato, las tuyas pasaré a incluírlas

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  4. Es que yo cada vez estoy mas alejada de Facebook, amigo Fer ... Lo mio es Twitter ... Jajajaj

    Espero la revancha de los pretzels ...

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